En la guantera de Roberto V.P. se acumulan las multas. Todas por el mismo motivo: estacionar más de dos horas en un punto de recarga eléctrico, el límite máximo marcado por el Ayuntamiento.
Sin embargo, varios conductores de vehículos de este tipo señalan que este tiempo es “insuficiente” ya que supone que tan solo se cargue para tener una autonomía de 100 kilómetros. “Impide hacer cualquier viaje con la familia o que podamos tenerlo completo durante más tiempo.
«Es una incongruencia que se apueste por el vehículo eléctrico y a la vez se limite el tiempo de estacionamiento”, critica este usuario.
“No entendemos cómo el Ayuntamiento nos castiga por querer tener una movilidad limpia. Encima de que no contaminamos, se nos penaliza”, critica otro de los usuarios que denuncia una “pesadilla”.
Consideran que el límite debería ser más amplio para permitir cargas completas. Como ejemplo, un depósito entero de gasolina o diésel permite recorrer 500 kilómetros. Para tener una autonomía suficiente deberían tener al menos cuatro horas. “Sin la carga, nuestro coche es un pisapapeles”, se queja Roberto.
Entre las quejas también lamentan la falta de “electrolineras” que existen en la provincia. Se encuentra a la cola de la Región con 15 puntos de carga frente a Valladolid que dispone de 54 o Palencia de 35. Por detrás se sitúan Segovia (13), Zamora (8) y Soria (3).
Los usuarios señalan que con el aumento de los precios de la gasolina deberían darse incentivos por parte de las administraciones para impulsar el vehículo eléctrico teniendo en cuenta que el horizonte es “ecológico”.
También se quejan de que los vehículos híbridos aprovechan los estacionamientos de los puntos de carga, cuando para ellos no es prioritario.
Conectar vehículos a las farolas, una fórmula ya en Valencia
Primero fue en la ciudad holandesa de Arnhem. Una fórmula que permite instalar puntos de carga para coches eléctricos en las farolas del municipio.
Cerca de la mitad de las farolas de la ciudad que están situadas en las zonas de estacionamiento están equipadas con un doble punto de carga. La primera de ellas ha estado en Valencia instalada por Iberdrola.
Si tenemos en cuenta que en España algo más del 70% de los coches duermen en la calle, es decir, no tienen una plaza de garaje, es fácil suponer que de ser eléctricos, recargar ese elevado porcentaje de vehículos sería complicado para sus propietarios o usuarios.
Este es un problema que se plantea no solo en España y su resolución parece bastante viable, según informó La Gaceta de Salamanca.