La Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (COMAP) introdujo un nuevo precio tope de importación a los autos eléctricos en Uruguay, con efecto hasta el 31 de agosto de 2025.

Anteriormente, el tope para el valor de importación CIF de vehículos eléctricos en proyectos de inversión era de US$ 40.000. Sin embargo, como parte de esta actualización, este límite se ha reducido a US$ 30.000.

Bajo estas nuevas disposiciones, se considerará inversión elegible la adquisición de vehículos eléctricos con una batería de densidad de energía gravimétrica igual o superior a 100 Wh/kg, destinados a actividades empresariales.

Además, se establece que estos vehículos deberán formar parte de un proyecto de inversión en el cual representen como máximo el 25% del total del mismo, a menos que se adquieran como flota exclusivamente eléctrica (5 o más vehículos).

Es importante tener en cuenta que estos bienes deberán permanecer en el activo fijo por un período de 4 años a partir de su incorporación, y que se excluyen del valor de importación CIF los servicios no regulares de transporte colectivo por carretera, según la definición del Decreto Nº 230/997 de Uruguay.

Según expresa Ignacio Paz, gerente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU): ‘’Hubo un retroceso en materia de eléctricos, ya que esto dejó algunos modelos fuera de competencia’’. 

Y suma: ‘’El tope del precio es bajo, se fueron muy para abajo’’. 

Cabe aclarar que uno de los motivos que condujeron a esta modificación en la ley fue la identificación de un uso indebido de los incentivos, lo cual causó molestias entre las autoridades pertinentes.

«Aunque el incentivo estaba diseñado para vehículos eléctricos destinados a las actividades de determinados proyectos, se observó, en algunos casos, que los vehículos estaban siendo direccionados hacia el director o gerente en lugar de estar adecuadamente asignados», aclara Paz.

Por consiguiente, se ha decidido limitar el alcance de este incentivo, garantizando que los vehículos adquiridos no sean de alta gama.

Otro inconveniente de esta medida, la cual busca corregir las desviaciones identificadas y asegurar la efectividad del programa, fue el breve tiempo transcurrido entre su anuncio y su entrada en vigencia.

En línea con ello, el gerente de ACAU admite: ‘’Nos enteramos un día miércoles y el jueves la ley entraba en vigencia’’.

Y agrega: ‘’No puede ser que, mientras el auto está flotando en medio del mar en camino hacia aquí se presentan las nuevas condiciones. El daño ya está hecho’’.

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El impacto en las marcas de lujo

Magna Motors, el grupo dominicano que representa a las marcas BMW y MINI en Uruguay, explicó en Infonegocios cómo les afecta esta modificación.

Uno de los desafíos de cara al 2024, y el más grande para la empresa, se desprende de la reciente decisión de la COMAP con respecto a al cambio en la ley. 

Federico Bangerter, CEO de Magna en Uruguay

En consecuencia, Federico Bangerter, CEO de Magna en Uruguay, afirma:

“Nos sorprendió este cambio, ya que fue repentino. Consideramos que este tipo de acciones no ayudan a la imagen que Uruguay ha construido como un país que brinda certezas económicas y jurídicas y a potenciar la movilidad sostenible’’.

‘’Esta nueva política nos obliga a cambiar la estrategia ya que los costos han subido y eso nos llevará a no ingresar vehículos eléctricos del segmento mayor a los 30.000 dólares” adhiere.

A pesar de las circunstancias cambiantes, desde Magna aseguran que los objetivos permanecen invariables. 

En este contexto, la empresa buscará alternativas y mantendrá sus planes de lanzamiento, incluso si los volúmenes de ventas de vehículos 100% eléctricos se ven afectados.

‘’Queremos seguir invirtiendo y ofrecer a los clientes las mejores opciones para apostar a la movilidad sostenible», concluye el CEO de Magna.