En México el foco está puesto en la fabricación de vehículos eléctricos, considerando su posición como polo automotriz a nivel mundial.

Pocas veces se escucha hablar a las autoridades en otro sentido respecto a la movilidad eléctrica que no sea ese, incluso no hay incentivos a la adopción de la tecnología. Motivo por el cual fue criticado el Gobierno.

Ahora, respecto a la red de carga, si bien las energéticas realizan inversiones como es el caso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), no ha habido señales claras.

Fue Lluviely García Quiroz, consultora de la Dirección General de Impulso Económico Global de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien le da entidad a la red y la infraestructura.

“Reconocemos la importancia de establecer una red de carga sólida y accesible para fomentar la adopción generalizada de vehículos eléctricos”, apunta.

Y no menos importante mencionar que se da en marco de la presentación de la Ruta Eléctrica Norte organizada por la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS) donde en ese momento 10 países quedaron conectados.

Por ende, demostrar apoyo en un contexto donde las inversiones de los privados fue el foco, es una señal contundente.

“Es un paso importante para nuestro país y la región de cara a movilidad cero emisiones formar parte de este proyecto de red de carga a fin de convertirnos en una sociedad más sustentable y consciente del medio ambiente”, agrega en ese mismo contexto.

Y continúa: “En la medida en que avanzan estos actos de promoción, los vehículos en las carreteras avanzan. Somos testigos del cambio en la percepción de la movilidad y el transporte”.

Lluviely García Quiroz, consultora de la Dirección General de Impulso Económico Global de la SRE.

Las metas para el crecimiento de la red y la electromovilidad

Vale mencionar que a partir de la publicación de la Estrategia Nacional de Movilidad eléctrica (ENME), asociaciones del sector automotriz expresan una “falta” de elementos necesarios para desarrollar la electromovilidad y la red de carga en el país.

El primer plazo de este documento implica la introducción de siete millones de vehículos ligeros y 338,000 vehículos pesados en el periodo de 2022 a 2030.

En el segundo, de 22 millones de vehículos ligeros y 894,000 vehículos pesados y el tercero de 31 millones de vehículos ligeros y 987,000 vehículos pesados.

Según el estudio realizado, con la implementación de una Política Nacional de Movilidad Eléctrica, hacia el 2030 podría contar con un parque electrificado de 645.325 unidades.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y Industria Nacional de Autopartes (INA) forman parte de la “externalización de inquietudes” frente a la publicación de la hoja de ruta.

Las asociaciones han hecho un llamado para que se aplique una política pública integral para alcanzar los objetivos.

En ese sentido, entienden que la electromovilidad “no es solo un incremento de producción de vehículos eléctricos” sino que debe haber herramientas para la adopción de la tecnología.