Mundo | Almacenamiento
miércoles 22 de febrero de 2023
Litio, la «carta» de Chile y Argentina para participar en transición a vehículos eléctricos de USA
Un estudio de Climate and Community Project (CCP) ubica el lugar y rol de los países sudamericanos con mayor cantidad de materia prima para baterías y la explotación cuidada del litio en la migración del transporte estadounidense a tecnología eléctrica.
Compartí la nota

El informe “Objetivo de emisiones cero con una mayor movilidad y una menor explotación minera” sostiene que un aspecto crucial del transporte electrificado es la nueva demanda de metales que trae consigo, especialmente del principal metal no sustituible en las baterías de tracción para vehículos eléctricos: el litio.

“Si la demanda actual de eléctricos continúa al mismo ritmo en 2050, solo las necesidades de litio del mercado de vehículos estadounidenses en 2050 requerirían el triple de la cantidad de litio que se produce actualmente en todo el mercado global. Este boom en la demanda implica la expansión de la minería”, aseguran los autores.

Los resultados de este informe muestran que Estados Unidos puede conseguir un modelo de movilidad de cero emisiones y a la vez limitar la cantidad de litio necesario, mediante la reducción de la dependencia de los coches en el sistema de transporte, la reducción del tamaño de las baterías eléctricas y el aumento del reciclaje de litio.

El informe identifica cuatro posibles escenarios de descarbonización de la movilidad; cada uno representa un futuro del transporte de cero emisiones distinto a saber:

  • Escenario base: Los sistemas actuales de transporte privado y uso del suelo permanecen inalterados. Los índices de uso y propiedad de automóviles permanecen constantes y el número de vehículos necesarios sólo varía según la población. Del mismo modo, el sistema de transporte público sólo varía en función del crecimiento demográfico.
  • Escenario de cambio modal: Cada vez hay más gente que va a pie, en bicicleta, y/o en autobús o tren, en lugar de depender del coche para la inmensa mayoría de sus desplazamientos. Los niveles de dependencia del automóvil en las ciudades y suburbios de EE. UU. se ajusta a los de ciudades equivalentes de la UE.
  • Escenario de cambio modal junto a otras políticas: La transición modal del Escenario 2 se añaden cambios en el uso del suelo y así como otros cambios políticos y legislativos. Las ciudades están más densamente pobladas, con ambientes construidos que propician la movilidad activa y el transporte público; la propiedad del automóvil resulta inconveniente y obtiene menos subvenciones, lo que conduce a un gran descenso de la propiedad privada de automóviles.
  • Escenario más ambicioso: Se producen cambios similares a los de los Escenarios 2 y 3, pero los cambios son más drásticos. Cada vez más personas utilizan el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos a pie para llegar a sus destinos, y cada vez más personas viven en zonas urbanas de densidad media donde las distancias entre el hogar, el trabajo, la escuela y la vida social son reducidas. Los cambios en el ambiente construido, la política y las leyes reducen aún más la intensidad de uso de recursos del sistema de transporte.

En todos los escenarios modelados en esta publicación, excepto en los más ambiciosos, la demanda de litio estadounidense supera por lejos la producción actual del mineral.

Entonces, ¿qué rol cumplen los países sudamericanos que cuentan con la materia prima tan demandada en este caso solo para un escenario de Estados Unidos? ¿Qué impacto tendrá esta explotación minera en los países?

La producción minera de litio global en 2021 fue para Chile de 26.000 toneladas métricas, para Argentina de 6.200 y para Brasil otras 1.500.

En el caso de Chile, hay dos minas de litio a gran escala operativas en el salar de Atacama, explotadas por SQM y Albemarle. Sin embargo, Codelco, la empresa estatal de cobre del país y la Minera Salar Blanco, una empresa conjunta australiano-chileno-canadiense, tienen previsto explotar litio en el salar de Maricunga.

“La Corte Suprema de Chile suspendió una licitación minera para nuevos contratos de litio alegando que la subasta no especificaba territorios concretos y, por tanto, imposibilitaba la consulta previa a los pueblos indígenas; sin embargo, el gobierno progresista de Boric ha hecho planes para crear una empresa estatal para unirse a consorcios con otras compañías extranjeras de litio”, indica el informe.

Y expone: “Dado el largo historial de infracciones legislativas por parte de las empresas, la minería del litio se ha enfrentado a la oposición de diversos grupos en Chile. También ha generado graves tensiones y divisiones entre las comunidades indígenas afectadas, debido en gran parte a los recursos económicos que les prometen las empresas”.

El escenario en Argentina marca que es el cuarto productor mundial de litio (6200 toneladas métricas en 2021), pero tiene unos 50 proyectos propuestos que podrían aumentar drásticamente su producción y situarla por encima de Chile y China.

Al igual que en Chile, la extracción de litio crea tensiones en las comunidades debido a la disyuntiva entre los beneficios económicos y de infraestructuras que ofrecen las empresas (de los que carece el gobierno) frente a los daños sociales y ecológicos que causa la minería, una contradicción de la cual las empresas pueden beneficiarse.

“Esta «gobernanza localizada» no atiende las preocupaciones de la comunidad hacia los proyectos de extracción de litio; rara vez una empresa minera multinacional y un gobierno provincial o una comunidad indígena están al mismo nivel en términos de negociación”, refiere el informe.

En definitiva, los países con materia prima tendrán un rol preponderante en esta transición.

No obstante, el estudio publicado, manteniendo la línea del objetivo planteada en su título, menciona entre sus conclusiones: “Las medidas más eficaces para reducir la demanda futura de litio son la reducción de la dependencia de vehículos privados, la densificación de los suburbios de baja densidad (permitiendo al mismo tiempo que más personas puedan vivir en los espacios urbanos de gran densidad ya existentes), la mejora de la eficiencia de los vehículos eléctricos y la reducción del tamaño de sus baterías”.

Destacados.