La progresiva descarbonización de las ciudades, uno de los objetivos de la Agenda 2030, tiene en el transporte público no solo una alternativa de movilidad, sino también un agente activo para contribuir a este objetivo, reduciendo la dependencia de los autobuses de los combustibles fósiles contaminantes.
En este sentido, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València quiere aprovechar los fondos europeos de recuperación postCovid, los llamados Next Generation EU, para apostar por la electrificación, tanto en sus vehículos como en las infraestructuras que les dan soporte.
La compañía pública dependiente del Ayuntamiento de València acaba de sacar a concurso la electrificación de la cochera de Sant Isidre por 2,5 millones de euros (importe sin IVA), de los que 1,7 millones serán financiados con cargo a los fondos comunitarios.
Esta inversión obedece a la necesidad de preparar sus instalaciones para la llegada de 20 autobuses totalmente eléctricos, que salieron a licitación el pasado mes de diciembre con un presupuesto inicial de 11,6 millones de euros, de los que 4 millones se cubrirán con los fondos de la Unión Europea.
De este modo, la financiación comunitaria cubrirá 5,7 millones de los 13,6 que suman ambos proyectos, es decir, el 42% del total.
El salto a este nuevo modelo eléctrico en la EMT de València se produce tras la apuesta de los últimos años por modelos híbridos como paso previo a la electrificación.
Además, en la actualidad hay dos autobuses eléctricos en la flota, por lo que la llegada de la veintena de vehículos comprometidos supondrá la primera compra masiva de autobuses con esta tecnología.
En cuanto a los detalles del proyecto para la cochera, la EMT justifica que necesita disponer de 26 nuevos puntos de recarga eléctrica debido a la adquisición de los 20 vehículos mencionados.
Para ello, según recoge el contrato, «es imprescindible ampliar la potencia instalada en el centro de la cochera del Depósito Sur y Taller Central de Sant Isidre, pasando de una potencia actual contratada de 451 kW a otra de 1,9 MW».
Según los pliegos, se prevé que los trabajos puedan estar finalizados el 1 de marzo de 2023, es decir, dentro de un año. Las empresas que quieran optar a la licitación tendrán de plazo hasta el 11 de abril de 2022, a las 13.00 horas.
Por lo que se refiere a los nuevos autobuses 100% eléctricos, la EMT adquirirá una veintena de estos vehículos de 12 metros con una potencia de al menos 150 kW.
Estos autobuses no emplearán ningún tipo de combustible fósil para su funcionamiento, por lo que serán totalmente eléctricos y sin emisiones contaminantes.
Además, la empresa municipal exigirá al fabricante que los niveles de ruido en el interior y en el exterior del vehículo cumplan con las normativas vigentes.
Por otra parte, para garantizar un transporte accesible e inclusivo, todos ellos tendrán que estar adaptados para personas con movilidad reducida, con doble sistema de rampa (automática y manual) en la puerta central o un espacio en la plataforma central para dos sillas de ruedas, entre otros.
Se prevé que los nuevos vehículos eléctricos lleguen a la EMT de València a principios de 2023 para ofrecer a sus usuarios un transporte público sostenible que garantice, al mismo tiempo, los estándares de seguridad, confort y rapidez.
Para esta licitación, los técnicos de EMT han tenido en cuenta los datos recogidos durante las diferentes pruebas realizadas por la ciudad con modelos de autobuses eléctricos cedidos por fabricantes como Volvo, Irizar, BYD, Solaris o Man, que han permitido conocer de primera mano las tecnologías eficientes y limpias disponibles en el mercado.
Serrano: «Una oportunidad»
La directora gerente de la EMT de València, Marta Serrano, afirma que los fondos Next Generation están siendo «una oportunidad para apostar por una movilidad aún más sostenible que nos permita mejorar la calidad del aire y hacer frente al cambio climático, objetivos a los que ya contribuye de manera fundamental el transporte público».
La transformación de la cochera y la llegada de una veintena de vehículos eléctricos cero emisiones «son proyectos clave en nuestro compromiso por un transporte público sostenible que contribuya a tener una ciudad más amable y saludable», añade, según informó 20 Minutos.