Hace unas semanas se oficializó la intención de la empresa de capitales españoles de instalar una fábrica de vehículos eléctricos en Uruguay y que la producción será comercializada en Latinoamérica con foco en los países que conforman el MERCOSUR: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
Lupa surge en abril del año pasado cuando Carlos Álvarez, su fundador, deja su trabajo en McLaren tras cinco años y decide crear su propia marca de vehículos eléctricos.
En contacto con Portal Movilidad, confirma que la inversión inicial es de 15 millones de euros y que el origen de los fondos es equitativo entre Uruguay y Europa, solo resta definir quién se queda con el 51% que le da el poder de decisión.
“Encontramos varios inversores interesados en Sudamérica, la región todavía está por explotar. Es importante destacar el peso que da que Uruguay tenga la matriz renovable, en conjunto con sus autoridades queremos que se posicione como un referente mundial”, indica.
Y agrega: “Uruguay nos da estabilidad política y económica, es un país pequeño, pero con mucho potencial por eso es fácil hacer las cosas y hacerlas bien. Además, con los acuerdos del puerto cierran los números para enviar las partes desde Europa”.
El predio uruguayo, en donde se ensamblarán las carrocerías enviadas desde España, costará un millón y medio de dólares y comenzará a construirse en 2022 para estar operativa en 2024.
En paralelo se formarán a los trabajadores que será mano de obra local y viajarán a España para conocer el desarrollo de las unidades para luego convertirse en jefes de fábrica. En una primera instancia funcionará con 30 empleados.
En este sentido, Álvarez sostiene: “El I +D permanecerá en España, aquí tenemos varias pistas de prueba que nos facilitarán las homologaciones. La fábrica central que exportará a toda Europa y que proveerá a la de Uruguay también será aquí”.
La planta de Lupa fabricará tres tipos de vehículos eléctricos: un hatchback para cinco pasajeros (Lupa E26), un furgón de carga (Lupa E66) y una SUV (Lupa E137). Todos usarán baterías de iones de litio de entre 42 y 64 kWh, con potencias de hasta 140 caballos, velocidad máxima de 150 km/h y una autonomía de más de 350 kilómetros. Además, llevarán 5G para que en un futuro puedan ser autónomos cuando estén regulados.
La idea inicial era en España fabricar 4 mil unidades el primer año y luego incrementar 2 mil los subsiguientes.
En este marco, explica: “Vamos a tener más trabajo de lo esperado, ya estamos por cerrar un pedido con una empresa de mensajería de Europa por 200 furgonetas para el 2024 cuando todavía no hemos hecho público el diseño. Eso nos da muy buenas perspectivas”.
“En Latinoamérica todavía no tenemos números, pero si en estos años junto con las autoridades comenzamos a instalar cargadores, puede ser un éxito”, afirma el fundador de Lupa.
Todos los diseños se comercializarán con un patinete eléctrico para facilitar la última milla a los usuarios siendo que en las grandes ciudades es complejo encontrar un parqueadero.
Asimismo, está confirmado que el E20 y el E66 serán los primeros en comercializarse desde 2024 y en 2026 saldrá el E137. También está planificado que el diseño más pequeño en Latinoamérica no supere los 20 mil euros con batería incluida.
El objetivo es fabricar vehículos eléctricos con última tecnología y económicos, estar por debajo del precio del resto de las marcas para competir con líderes como Volkswagen o Peugeot. Para concretar ese plan se evitarán distribuidores y showroom, por lo que la venta será directa de fábrica.
“La distribución será a través de talleres adheridos. En Europa hablamos con una cadena que tiene 13 mil distribuidos por el continente, en Latinoamérica todavía no lo hemos movido. El taller tendrá una comisión por realizar esa entrega y al final ganará un cliente porque será quien haga las revisiones”, menciona Álvarez.