El modelo de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se alista para un despliegue en toda España en aquellos municipios que cuentan con más de 50 mil habitantes.
La medida de expulsión de vehículos contaminantes toma de base la experiencia de las Rondas de Barcelona, donde se comenzó con una fase 0 en 2018, para pasar luego a restricciones permanentes para coches y motos sin etiqueta ambiental desde el año 2020.
Una guía técnica a seguir como modelo fue elaborada con base a este recorrido, presentado en un Workshop elaborado por AMB y Carnet.
Carles Conill, Director de Serveis de Mobilitat Sostenible AMB, explica que el actual modelo nace con la aprobación del acuerdo técnico para el desarrollo de la ZBE en julio de 2017, el cual contó con un estudio del parque circulante y las emisiones.
La puesta en marcha siguió en diciembre de ese año, acompañada del despliegue de señalización y una campaña de comunicación necesaria para dar a conocer el modelo.
Durante esta fase inicial de prueba, se fue ampliando gradualmente la cobertura de vehículos excluidos y se realizaron simulacros internos.
La puesta en marcha del régimen sancionador de forma permanente se dio en septiembre de 2020, tras las últimas aprobaciones necesarias y el despliegue de mecanismos de control.
Los logros de la ZBE en las Rondas
La exitosa implementación de la medida incorpora un sistema informatizado que controla por radar las matrículas de los vehículos autorizados a circular. Para ello se instaló más de 120 cámaras desde el año 2020.
“Se trata de uno de los proyectos tecnológicos supramunicipales más ambiciosos del sur de Europa”, definió Conill en la jornada.
Desde el punto de vista de la gestión, la creación de un portal de exenciones y el análisis de big data permite una evaluación permanente de las Zonas.
Si bien la administración se enfrentó a la dificultad de medir el impacto del proyecto en reducción de contaminación, debido a los cambios en movilidad causados por la pandemia, el panorama sigue siendo positivo.
Para fines del año pasado, hubo una caída a la mitad de los vehículos más contaminantes en el parque –sin etiqueta ambiental–, que pasaron del 10% al 5% de enero a diciembre.
Son 149 las ciudades que deberán implantar este mismo modelo para 2023, de acuerdo a la Ley de Cambio Climático aprobada en abril. Desde el AMB, consideran el proyecto extrapolable y confían en las perspectivas de descarbonización que ofrece.
La gestión de la vía pública como complemento a las ZBE
El despliegue de las Zonas se vio ayudado por la implementación de otras políticas de gestión estratégicas.
Una de ellas es la puesta en marcha de los primeros 6 puntos P+R (“Park & Ride”). El servicio permite a los usuarios frecuentes de transporte público aparcar sus vehículos en zonas reservadas en nodos de transporte estratégicos (tren, bus, etc.) por 24 horas consecutivas.
Asimismo, en la jornada se remarcó el uso de “spro”, la aplicación que permite estacionar en las plazas DUM (Distribución Urbana de Mercancías) de Barcelona, ya activa en 9 municipios y con más de 70 mil usuarios a la fecha.
Para poder aparcar en las plazas, el usuario utiliza esta app para validarlas telemáticamente. Además, permite localizar las áreas DUM más cercanas, consultar horarios de regulación y recibir alertas cuando el tiempo regulado esté por concluir.
El usuario también cuenta con la aplicación “AMB Aparcamiento Metropolitano”, la cual facilita en una única herramienta la gestión y pago de parkings en zonas reguladas: hoy está activa en 10 municipios y suma más de 60 mil plazas.
En materia de movilidad eléctrica y alternativa, la administración destaca la instalación de 10 puntos de recarga rápida, y el despliegue de Bicibox, la red de aparcamiento seguro para bicicletas que funciona con tarjeta contactless, en la cual el usuario puede guardar su vehículo en módulos de gran capacidad ubicados en locaciones estratégicas.