Argentina | Vehículos Eléctricos
martes 23 de abril de 2024
Nuevo escenario. Apremia incorporar programa de capacitación para sofocar incendios de vehículos eléctricos
Se requiere agua y la actuación de los bomberos, pero el escenario difiere por el riesgo y el costo que supone extinguir el incendio de vehículos eléctricos. Los primeros pasos para caminar hacia un protocolo en Argentina.
vehículos eléctricos incendio
Compartí la nota

En Argentina no existen protocolos específicos de actuación por parte de los bomberos para sofocar incendios de vehículos eléctricos

Aunque las posibilidades de que haya desperfectos o de que explote la batería son bajas, los siniestros existen y abordarlos tiene sus particularidades.

Por experiencia en otros países, el procedimiento es bastante más complejo y costoso, y este nuevo paradigma significa estar preparado de otra forma. 

Se requieren, en promedio, entre 30.000 y 40.000 litros de agua (contra 3.000 u 8.000 litros para un vehículo a combustión), hay que contar con un espacio específico para confinar el vehículo y tener el equipamiento adecuado por los gases venenosos que emana. 

En tal sentido, la Comisión de Estudios en Emergencias de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA) puso sobre la mesa la necesidad de incorporar un programa de capacitación, que ya tuvo sus primeras experiencias.

“Hicimos dos capacitaciones para todo el cuerpo de bomberos de la Ciudad de Buenos Aires: una para el personal jerárquico y otra para los tres turnos de oficiales de operación”, explica a Mobility Portal Latinoamérica Juan José Martres, presidente de la comisión especializada. 

También se brindó una charla en Bialet Massé, de la que participaron unos 40 bomberos de las diferentes ciudades de la provincia de Córdoba. 

Se plantean fundamentalmente los aspectos teórico-técnicos, aunque también experimentaron con un “producto nuevo” que permite apagar el fuego de manera inmediata. “Con bomberos de Ciudad y Provincia hicimos capacitaciones prácticas”, subraya. 

Por el bajo volumen de vehículos eléctricos todavía no se enfrentaron en Argentina a este tipo de siniestros. Pero Martres sostiene que “a partir de los que están circulando, los bomberos entendieron que tienen que capacitarse”. 

Cabe resaltar que con el término vehículo eléctrico se engloba también a monopatines, motos o autoelevadores. Por ejemplo, en España el mayor caso de incendios se da con los monopatines. 

Esto se debe a que mucha gente los pone a cargar en su domicilio junto con el celular, la computadora o la misma heladera. Al producirse una sobrecarga de la red, la batería del monopatín puede comenzar a arder. Para evitarlo, es necesario que un profesional revise la instalación eléctrica de las viviendas.

“Hemos decidido también unir fuerzas con el INTI para generar algún tipo de reglamentación o de normas para instalar cargadores en espacios cerrados”, explica Martres, de sobrado ruedo en el sector automotriz. 

En algunos países de Europa te exigen que el cargador sea instalado por un técnico certificado y que la persona esté consciente de los riesgos que asume. Por ello se recomienda que no haya niños cerca o no cargar el auto si está humedecido. 

Generar espacios totalmente independientes de carga para evitar el efecto contagio será primordial. 

“Son escenarios nuevos, que obligan a una capacitación permanente y que los bomberos lo están viendo venir. El foco nuestro desde AAVEA es poder contribuir con ellos para ayudarlos a definir nuevos protocolos”, enfatiza. 

Leer más: Acusan que proceso de homologación argentino encarece costo de vehículos eléctricos

Casos de incendios de vehículos eléctricos

vehículos eléctricos luton

El incendio de vehículos eléctricos en Luton.

El aeropuerto de Luton, uno de los más grandes de Reino Unido, registró en octubre del año pasado uno de los incendios de vehículos eléctricos más espectaculares. 

El fuego comenzó en el tercer nivel de la playa de estacionamiento de la terminal dos, una situación que llevó a la suspensión inmediata de todos los vuelos y que generó un efecto contagio que involucró a otros 1.500 coches

“Se produjo el efecto de embalamiento técnico: la batería se calienta, se prende fuego porque por alguna circunstancia está en malas condiciones o la carga se produjo mal, en cinco minutos ese auto se prende fuego y empieza el efecto contagio”, explica Martres. 

Y advierte: “Si pasa en tu casa con un auto, se incendia todo. No hay forma de parar el fuego. Eso trasladalo también a una patineta, moto o autoelevador”. 

Los vehículos eléctricos hoy tienen mucho plástico y eso contribuye a que el incendio tome magnitud. Y al estar en un espacio cerrado -como ocurrió en Luton- es más difícil que pueda acceder un autobomba por la altura. 

vehículos eléctricos luton 2

El efecto contagio a otros vehículos del sector.

Destacados.