En primera instancia la problemática que plantea el Instituto Metropolitano de Planeación de Tijuana (IMPLAN) se da en la flota del transporte público, competente al Gobierno de Estado, que está concesionada y registra vehículos viejos que se adquieren de segunda mano de los Estados Unidos.

“El transporte público en Tijuana merece una transición de tecnología”, indica Nora Elisa Márquez Carvajal, directora general ejecutiva del IMPLAN, a Portal Movilidad en marco del Smart City Expo Latam Congress en México.

Asimismo, sostuvo que durante las dos administraciones anteriores se implementó el Bus Rapid Transit (BRT) sin interés de utilizar unidades eléctricas.

Nora Elisa Márquez Carvajal, directora general ejecutiva del IMPLAN

En la misma la línea refiere que la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, firmó un pacto global ante el cambio climático y el IMPLAN estima que el primer paso debería darse en la transición del parque vehicular de la ciudad, incluyendo la flota pública.

En ese sentido, la actual administración del IMPLAN indica retomar la discusión para llevar adelante un sistema integral de transporte eficiente y adecuado a las nuevas tecnologías.

La misma discusión continúa desde inicios de 2022 cuando distintas organizaciones en México comenzaron a exigir al Gobierno Nacional que se regule la comercialización de los vehículos usados.

Los llamados “autos chocolate” o “autos chatarras” son vendidos o enviados a los países de Centroamérica para que sigan en circulación a un bajo costo poniendo en desventaja las unidades electrificadas.

En la misma línea que el IMPLAN la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) insistió al Gobierno local poner fin a la regulación que facilita el ingreso de los “autos chocolate” al país y atrasa un parque vehicular que no fomenta la movilidad eléctrica.

IMPLAN y la promoción hacia electromovilidad

Con la idea de iniciar el cambio, al menos desde del Ayuntamiento, el IMPLAN adquirió en 2022 dos vehículos eléctricos de la marca JAC E10x con una inversión total de 840 mil pesos.

La carga del 15% a 100% de su capacidad se realiza en 6 horas o de 30% a 80% en solo 42 minutos, y la carga en total de la batería que tiene una capacidad de 31.4 kilowatts por hora le da un rendimiento de poco más de 300 kilómetros de autonomía.

Para la aprobación de la compra mantuvieron reunión con un cuerpo de la Junta de Gobierno y aunque en principio les parecía “costoso” se logró el visto bueno y se demostró que las unidades podrían realizar todas las funciones de la administración desde trámites locales hasta inspecciones en zonas aledañas.

“La idea principal siempre fue hacer la conciencia de la necesidad de ir migrando a estas nuevas tecnologías”, menciona Carvajal.

Vehículos eléctricos adquiridos por el IMPLAN

A la par de la compra de las unidades eléctricas el municipio instaló dos estaciones de carga, para esos vehículos, y para fomentar el uso público.

Los usuarios interesados deben registrarse en el sitio web oficial del Instituto y luego pueden acceder a la carga durante una hora de manera gratuita.

Al momento los cargadores ofrecidos por el IMPLAN son del municipio y el gasto es solventado con recursos propios.

“El Instituto tiene una función de autoridad en materia de movilidad dentro del Ayuntamiento y las políticas que buscamos ofrecer van de la mano con la promoción de las nuevas tecnologías”, afirma Carvajal.

Además concluye con la petición al Gobierno Nacional de acercar puntos de carga a las localidades para usuarios particulares ya que la mayoría de estos debe acceder a cargas privadas y algunos otros cruzan la frontera a Estados Unidos para acceder al servicio.

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