La Ley Nacional del Hidrógeno, Ley n° 26.123, fue sancionada el 2 de agosto de 2006 pero nunca se reglamentó. Es por ello que, a lo largo del 2022, se realizaron una serie de intercambios acerca de la necesidad de un marco regulatorio vinculado a la tecnología.
Finalmente, el 22 de febrero, el Gobierno nacional definió cuáles serán los beneficios del proyecto de ley para la Promoción del Hidrógeno.
No obstante, el borrador de esta normativa nueva no menciona a los vehículos propulsados por hidrógeno verde (H2).
Este aspecto resulta llamativo ya que la ley 26.123 aprobada en 2006 sí los contempla. Incluso, “declara de interés nacional el desarrollo de la tecnología, la producción, el uso y aplicaciones del hidrógeno como combustible y vector de energía”.
Y agrega que uno de sus objetivos consiste en “fomentar la investigación y desarrollo de tecnologías que permitan la utilización del hidrogeno como combustible de uso vehicular”.
Asimismo, vale mencionar que cada vez más países latinoamericanos avanzan en reglamentaciones vinculadas a los coches y camiones propulsados por este energético.
Por ejemplo, Costa Rica lanzó la Estrategia Nacional para el hidrógeno verde con metas en transporte y Panamá la publicará en el cuarto trimestre del 2023.
¿Qué contempla la normativa nueva?
Según el borrador preparado por el Ministerio de Economía, el proyecto de ley para la creación del Régimen de Promoción del Hidrógeno, que el Gobierno nacional enviaría al Congreso próximamente, tendrá una vigencia de 30 años, demandará una integración mínima de contenido nacional de hasta el 50% de los proyectos, creará un fondo destinado a financiar a la cadena de valor y la Agencia Nacional del Hidrógeno (ANHIDRO).
Tiene como fin contribuir con los procesos de descarbonización de las matrices energética y productiva, impulsando la utilización del hidrógeno de bajas emisiones en aplicaciones respecto de las cuales aquella resulte viable y segura, contribuyendo a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París aprobados por Ley N.º 27.270.
Para ello buscará incentivar el desarrollo de toda la cadena de valor del elemento, en sus etapas de producción, transformación, logística y transporte, así como la industria de bienes de capital asociada con el fin de promover el establecimiento de polos productivos y la generación del empleo.
Además, pretende fomentar el desarrollo científico y tecnológico, y el escalado de tecnologías y sus componentes críticos, en los procesos del hidrógeno verde, el azul (obtenido de combustibles fósiles con captura de carbono) y el rosa (de origen nuclear).
También contempla las plantas electrolizadoras; la infraestructura de captura y almacenamiento de gases de efecto invernadero; las plantas de producción de vectores; las obras de infraestructura destinadas a la obtención, procesamiento, almacenaje y despacho del hidrógeno de bajas emisiones y sus vectores; y las de almacenamiento de energía y transmisión.
Teniendo en cuenta que, según el documento, la Autoridad de Aplicación (de conformidad con la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo y la ANHIDRO) podrá incorporar, modificar o eliminar tipos de inversiones elegibles de acuerdo al avance tecnológico, persisten las esperanzas de que las iniciativas vinculadas al transporte sostenible puedan verse beneficiadas en algún aspecto.
PROYECTO DE LEY DE HIDRÓGENO