Cuando el Gobierno anunció el tratamiento del Proyecto de Ley de Promoción de la Movilidad Sustentable, todo parecía indicar que la Argentina seguiría el camino de la electromovilidad. Sin embargo, en la actualidad, las autoridades dan prioridad al gas.
“No hay interés por parte de las empresas en abordar la transición y, en efecto, el futuro cercano de la movilidad eléctrica es oscuro. Existe el miedo de que reemplace rápidamente a los combustibles fósiles. Por eso, salen a hablar de un cambio justo, donde exista una política para reducir la huella de carbono de forma ordenada”, explica Guillermo Torres, commercial marketing manager en Alter Energy.
No obstante, en un escenario en el que se den las condiciones necesarias como la existencia de una ley de electromovilidad, el surgimiento de inversiones y la apertura de las importaciones, ambas tecnologías –gas y energía- podrían convivir de manera armónica.
“Las estaciones de servicio entienden que la transición es inevitable. Entonces, sufrirán una transformación que llegará a Latinoamérica en los próximos ocho o diez años, dependiendo de otras variables”, comenta Torres a Portal Movilidad.
Y añade: “Existe una gran presión a nivel mundial con respecto a reducir la huella carbono y la gestión de la energía es necesaria. En ese camino, Argentina tendrá que discutir acerca de la sustentabilidad y avanzar en soluciones de eficiencia energética. El modelo de la movilidad eléctrica es ineludible”.
Un ejemplo claro es el de la gasolinera de YPF ubicada en Caballito, barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que próximamente colocará un conector.
“En el proyecto de remodelación total de la estación dejamos todo preparado para instalar cargadores. Sabemos que YPF está realizando su red propia y nos interesa sumarnos a esa iniciativa, ya que es la tendencia que predominará en el futuro”, indica Miguel Ciancio, titular de Grupo Ciancio, en diálogo con Portal Movilidad.
“La energía y el gas pueden ser complementarios. El gas licuado del petróleo (GLP) será importante para aquellos lugares en donde el gas natural no llega, ya que requiere de un costo alto de inversión en infraestructura. Pero, indudablemente el futuro serán los autos híbridos y eléctricos”.
En este sentido, la forma tradicional de alimentar los vehículos cambiará, ya que los usuarios podrán cargar los coches en hogares, shoppings y centros comerciales.
Por lo tanto, los estacioneros tendrán que comenzar a generar valor agregado para que los clientes continúen demandando sus servicios.
Por otra parte, vale mencionar que, si bien la transición es inevitable, el sector considera que este cambio debe realizarse de forma ordenada y escalonada de manera que no afecte a la fabricación de vehículos a combustión y a la industria del gas, desde el punto de vista económico.
Finalmente, cabe resaltar que si bien las personas comienzan a trabajar en reducir la huella de carbono, hoy en día lo hacen mediante la instalación de paneles solares. Pero, el próximo paso consistirá en adoptar la movilidad eléctrica.
En efecto, una vez que las empresas opten por sumar coches cero emisiones en sus flotas, el país contará con una mayor cantidad de cargados.