La fórmula E ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Es por esta razón que más de 140 ciudades de todo el mundo se encuentran en la “lista de espera” para negociar y realizar las pruebas en sus calles.
“Cada vez hay más interés por parte de inversores públicos y privados”, indica Álvaro Buenaventura, director regional para Latinoamérica de Fórmula E.
“En un principio teníamos que convencer a los alcaldes e intendentes. Ahora tenemos una lista de espera con más de 140 ciudades que entienden que es un proyecto muy beneficioso, como plataforma de comunicación y de desarrollo dentro del país”, declara Buenaventura.
Actualmente tienen presencia en Mónaco, Ciudad de México, Nueva York, Arabia Saudita, Berlín y San Pablo, entre otras partes del mundo.
Además, vale mencionar que en América Latina han visitado Puerto Madero en Buenos Aires, Punta del Este en Uruguay y Santiago de Chile. “Es una región con mucho interés”, comenta.
Sin embargo, es pertinente destacar que el proceso de selección de las ciudades no es sencillo.
“No es fácil porque hacemos circuitos urbanos. Entonces, no basta con querer correr en un lugar, sino que este debe poseer las características necesarias para montar una carrera”, sostiene el director.
En este sentido, es preciso tener en cuenta que hay varias zonas que se deben crear dentro de una ciudad. Por ejemplo, se necesita un área de «pit lane» para colocar los garajes, otra para entretenimiento y una para «hospitality».
Es por ello que, a la hora de considerar un lugar, se debe realizar un estudio de factibilidad para constatar que el circuito puede montarse de manera efectiva.
“Posteriormente, se realiza la negociación económica”, explica Buenaventura.
Este deporte ha tenido un crecimiento exponencial debido a que los distintos Gobiernos comenzaron a adoptar políticas públicas relacionadas con la electromovilidad y las energías limpias, con el objetivo de reducir la huella de carbono de las grandes ciudades.
Otro factor que contribuyó a su desarrollo se vincula con el hecho de que el sector privado modificó las formas de hacer publicidad.
“Ahora las marcas necesitan hacer patrocinios que tengan un significado social o medioambiental. Por eso nos tienen en cuenta, porque es un deporte masivo que tiene un trasfondo sustentable y tecnológico”, declara Buenaventura.
Además, este crecimiento se debe también a que las grandes marcas del automovilismo, como Mercedes Benz, Porsche y Nissan, confían en la Fórmula E dado que poseen un laboratorio de pruebas.
“Trabajan con nosotros porque ven que hacemos los análisis de esta tecnología que tiene que llegar a las calles, pero que debe empezar por la competición”, indica.
Finalmente, otro aspecto que facilitó el desarrollo de los proyectos se relaciona con “los fans”.
“Son los que ven el deporte y piden nuevas activaciones. Entonces, activamos tecnologías para interactuar con ellos y atraer a las nuevas generaciones”, comenta el director.