FlixBus es una de las empresas de movilidad líder en Europa que arribó a Chile el pasado octubre buscando revolucionar el transporte de pasajeros interurbano con precios competitivos y con la promesa de los más altos estándares de seguridad de la industria.

Chile se suma a México y Brasil, donde FlixBus ya es parte del mercado mientras se avanza en el proceso de continuar la expansión en el resto de la región.

“Un elemento fundamental de nuestra propuesta de valor es acelerar la transición hacia tecnologías más amigables con el medio ambiente”, reconoce en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica, Santiago Echeverría, Managing Director de FlixBus Chile.

Y agrega sobre el plan de sostenibilidad de la firma: “En Europa estamos avanzados con el proceso de transición, en Latinoamérica el potencial es el mismo”.

Si bien en Chile hay algunas limitantes que no permiten prestar servicios de transporte interurbano con buses eléctricos -principalmente por el peso por eje y las autonomías-, FlixBus apuesta a un piloto.

“Estamos ad portas de lanzar un primer servicio de transporte interurbano con buses de batería a modo de piloto para validar la tecnología y el impacto que puede generar el peso extra por eje en la carretera”, comparte Echeverría.

Se trata de un proyecto que se materializará a través de una colaboración con el Ministerio de Transportes y otros actores del mundo público y privado, lo que convertirá a FlixBus en la primera compañía de buses en Chile en apostar por un servicio exclusivamente eléctrico para tramo interurbano.

La apuesta es que el piloto pueda extenderse en el tiempo y continuar luego de las pruebas como un servicio más.

Se trata de un servicio de corta distancia -menos de 100 kilómetros- donde se observa que los buses tienen un factor de utilización bastante bajo orientado hacia los commuters.

“Creemos que es una línea perfectamente reemplazable por buses a batería”, argumenta Santiago Echeverría.

Santiago Echeverría, Managing Director de FlixBus Chile

El piloto se lanzará durante el segundo trimestre de este año. Contempla -inicialmente- tres buses y el objetivo es escalar el proyecto para llegar a diez a fin de año.

Son unidades de 42 asientos con autonomía de 300 kilómetros de la marca King Long. El trayecto y/o recorrido aún es confidencial.

De esta alianza público-privada también participa el Metro de Santiago que puede jugar un rol importante en la infraestructura de carga de los buses ya que se pretende tener un punto de carga en una estación del Metro y otra en el lugar de destino.

FlixBus pretende tener un rol relevante en facilitar puntos de conexión intermodal y la habilitación de corredores eléctricos entre ciudades.

Estrategia de sostenibilidad de FlixBus

“En nuestra estrategia no todo es electrificación, también vemos buses que operan con biogás, ahí la autonomía deja de ser una limitante, aunque hay más costos de CAPEX y mantenimiento”, reconoce Echeverría.

No obstante, FlixBus tiene un cierto “fanatismo” por el hidrógeno en función de las experiencias europeas.

La flota lanzada en octubre fue de 12 buses. Hoy son 36 unidades y la apuesta es llegar a fin de año con alrededor de 150 buses.

Sobre la demanda de los pasajeros por unidades de bajas o cero emisiones, FlixBus entiende que actualmente los atributos a los que se le da prioridad en la toma de decisiones son el confort, la puntualidad y la seguridad.

El pasajero actual no está dispuesto a pagar un adicional por una tecnología de bajas o cero emisiones porque no son su prioridad.

“Es cuestión de tiempo el cambio de mentalidad y que el pasajero esté dispuesto a pagar por este atributo”, cierra el Managing Director de FlixBus Chile.

Bus de flota interurbana de Flixbus