Si bien desde la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) se había anunciado su presentación este año, fuentes oficiales confirmaron a Portal Movilidad que la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica será dada a conocer a principios del año próximo.
Este anuncio se suma a otras dos iniciativas esperadas en el sector: la publicación del libro de recomendaciones del Grupo de Trabajo para la Electrificación del Transporte (GTE) dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la nueva norma sobre baterías que comenzaría a desarrollarse iniciando el 2023.
Cabe recordar que, a pesar de la espera en su presentación, ya se conocen ciertos lineamientos que tendrá la hoja de ruta para robustecer la movilidad eléctrica en el país azteca.
La Estrategia cuenta con metas al 2030, 2040 y 2050, diseñadas en base a estudios y proyecciones realizadas por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
En el marco del primer plazo, por ejemplo, se espera introducir por lo menos 800.000 vehículos ligeros y 10.000 pesados de carga o de pasajeros.
A su vez, en el borrador semifinal se indicó la meta de que el 10% de las ventas de vehículos ligeros y pesados serán eléctricos e híbridos eléctricos enchufables.
Sin embargo, los objetivos referidos han sido modificados al calor de los nuevos compromisos que ha tomado el país en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP27).
Allí se aumentó la participación de vehículos eléctricos en las ventas de rodados del 10% al 50%.
Esta meta esperaba alcanzar el 50% en 2040, aunque se modificó al 75%, año en el que se debe contar con un sistema de cargadores eléctricos abiertos y homologables en todas las carreteras federales, tanto para vehículos ligeros como para camiones.
En 2050, según versa un borrador semifinal sobre el cual se trabaja, se aspira a contar con un 100% de ventas de vehículos eléctricos e híbridos, con cargadores cada 5 km y consolidar un sistema de transporte de carga electrificado.
Estos planes, según la cartera de ambiente, serán revisados cada tres años.
Estos objetivos buscan ser cumplidos a partir de ocho líneas de acción: cuatro sectoriales (que corresponden al tipo de transporte, priorizando el público) y cuatro transversales: infraestructura, coordinación interinstitucional, impulso a la investigación y desarrollo de capital humano, comunicación y difusión de la tecnología.
Por último, se espera conformar grupos de trabajo que aborden los distintos ejes. Los mismos son cinco:
- Regulación, normas y estándares.
- Investigación, tecnologías, infraestructura y energía.
- Incentivos, modelos de negocios y financiamiento.
- Proyectos demostrativos, comunicación y difusión.
- Alianza de Ciudades por la Movilidad Eléctrica.