Ante las condiciones propuestas por el Ministerio de Minas y Energía para la interoperabilidad de estaciones de carga pública en Colombia, Empresas Públicas de Medellín (EPM) tiene «observaciones de forma y fondo» al respecto.

Uno de los principales puntos de conflicto para EPM es la disposición que requiere que los usuarios tengan una cuenta de servicios públicos para acceder a la infraestructura de carga de la empresa.

Esto es un limitante, ya que su sistema de cobro se basa en el acceso a las estaciones de carga pública mediante una tarjeta, donde el consumo se contabiliza en kW por hora y se asocia a facturas de servicios domiciliarios.

“Ahí entra en juego el tema de la interoperabilidad. Uno debería tener acceso a todos los puntos de carga que existen en el país sin restricción”, explica José Isaza Franco, jefe de la Unidad de Transacción y Distribución de Energía, a Mobility Portal Latinoamérica.

Sostiene que la propuesta del Ministerio parece inclinarse hacia “ejercer control” sobre las instalaciones y regular la información relacionada con el cobro del servicio. 

“Es como si obligara a que todo cargador público tenga que cobrar por kW/h consumidos. Eso se asemeja mucho a las gasolineras, que es un  negocio diferente”, señala.

Este punto podría limitar la flexibilidad de las compañías, especialmente considerando que muchas están incursionando en el negocio de la carga eléctrica sin remunerar desde el comienzo.

Vale recordar que el borrador, publicado en 2023, delinea que todas las estaciones de acceso público deben estar conectadas con el sistema de gestión de los prestadores del servicio de carga para vehículos eléctricos e híbridos enchufables o CPO.

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A su vez, IIsaza Franco resalta que el servicio de carga eléctrica es digital, a diferencia de las gasolineras que son físicas.

La mayoría de las transacciones se realizan a través de aplicaciones móviles y existen modelos de suscripción, que podrían verse afectados por regulaciones que exijan un único método de cobro basado en kilovatios por hora consumidos.

El tema de la estandarización de los conectores sigue siendo primordial para EPM, incluso antes de abordar la interoperabilidad.

El conector GBT y la entrada de Tesla al mercado colombiano hacen que la diversidad de conectores se amplíe aún más, generando una “inversión muy compleja” en infraestructura de carga.

En ese sentido, propone establecer dos o tres estándares de conectores que puedan ser adoptados de manera más amplia en el país.

Por último, menciona que “la propuesta obliga a aquellos que invierten en cargadores públicos a solicitar permiso al Ministerio y proporcionar información detallada sobre las instalaciones”.

Este accionar aumentaría los costos operativos y generaría obstáculos en la capilaridad y cobertura del servicio.

Los planes de expansión de EPM para este 2024

Con una base inicial de 25 puntos con 35 cargadores en el área metropolitana, que incluye a Medellín, la compañía se embarca en un plan de expansión.

EPM tiene prevista la instalación de ocho puntos de carga semirrápida adicionales a los que tienen en centros comerciales, así como la creación de corredores verdes que conectarán las principales ciudades donde la empresa tiene presencia. 

Un corredor turístico ya está en funcionamiento y se planean más para unir otras áreas estratégicas del país.

“Tenemos una alianza con la concesionaria que construyó una de las vías principales y la empresa de energía de Pereira. Pusimos cinco cargadores rápidos para conectar Medellín, Manizales, Pereira y Armenia”, adelanta.

La expansión de la red de carga eléctrica también se extiende a la región de los Santanderes, con la instalación de un cargador en la vía hacia Bucaramanga y otro en la ruta hacia Bogotá.

Finalmente, se centrarán en un piloto de carga liviana, que requiere una inversión mínima pero promete facilitar la adopción de vehículos eléctricos.

“Las proyecciones se están cumpliendo mejor de lo que esperábamos”, admite el jefe de la unidad de Transacción y Distribución de Energía.

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