La industria automotriz tiene la mayor cantidad de robots trabajando en fábricas de todo el mundo: el stock operativo alcanzó un nuevo récord de alrededor de un millón de unidades. Esto representa alrededor de un tercio del número total instalado en todas las industrias.
“La industria automotriz efectivamente inventó la fabricación automatizada”, explica Marina Bill, presidenta de la Federación Internacional de Robótica.
“Hoy en día, los robots juegan un papel vital para permitir la transición de esta industria de los motores de combustión a la energía eléctrica. La automatización robótica ayuda a los fabricantes de automóviles a gestionar los cambios generales en métodos y tecnologías de fabricación establecidos desde hace mucho tiempo”, agrega.
La densidad de robots es un indicador clave que ilustra el nivel actual de automatización en las principales economías productoras de automóviles: en la República de Corea, 2.867 robots industriales por cada 10.000 empleados estaban en funcionamiento en 2021.
Alemania ocupa el segundo lugar con 1.500 unidades seguida por los Estados Unidos, con 1.457 unidades, y Japón con 1.422 unidades por cada 10.000 trabajadores.
El mayor fabricante de automóviles del mundo, China, tiene una densidad de robots de 772 unidades, pero se está poniendo al día rápidamente: en un año, las nuevas instalaciones de robots en la industria automotriz china casi se duplicaron a 61.598 unidades en 2021, lo que representa el 52% de la total 119.405 unidades instaladas en fábricas de todo el mundo.
Los objetivos políticos ambiciosos para los vehículos eléctricos están obligando a la industria automotriz a invertir: la Unión Europea ha anunciado planes para poner fin a la venta de vehículos que contaminan el aire para 2035.
El gobierno de los EE. UU. para 2030 y todos los vehículos nuevos vendidos en China deben estar propulsados por “nueva energía” para 2035. La mitad de ellos deben ser eléctricos, de pila de combustible o híbridos enchufables; el 50 % restante, vehículos híbridos.
La mayoría de los fabricantes de automóviles que ya han invertido en robots industriales «enjaulados» tradicionales para el ensamblaje básico ahora también están invirtiendo en aplicaciones colaborativas para el ensamblaje final y las tareas de acabado.
Los proveedores de repuestos para automóviles de segundo nivel, muchos de los cuales son PYME, tardan más en automatizarse por completo. Sin embargo, a medida que los robots se vuelven más pequeños, más adaptables, más fáciles de programar y menos intensivos en capital, se espera que esto cambie.