En el “ABC” para incorporar buses primero debe conocerse la demanda, la ruta, capacidad de pasajeros necesarios, frecuencia y autonomía. Desde Blanco y Negro Masivo en Cali se hicieron estas preguntas hace ya unos cinco años.
Eso desencadenó que en 2019 entraran en circulación 26 eléctricos y 21 a gas además de los 282 a diésel que completan la flota.
En ese sentido, Diego González, director de mantenimiento de Blanco y Negro Masivo, en diálogo con Portal Movilidad comenta: “Cuando iniciaron operación los buses a gas comparados con diésel daban un ahorro del 21% en el rendimiento del combustible. Comparado gas con eléctrico el ahorro es del 58%. Pero en el 2020 el bus a gas pierde la condición de ahorro, no por el rendimiento sino por el costo del metro cúbico”.
En 2019 costaba $1399 el metro cúbico de gas y en el 2020 aumentó a $1731. Esto es un 26% más en promedio, una consecuencia de tener el combustible dolarizado en el país.
Por otro lado, la energía licitada se consiguió en costos competitivos y la conexión es a alta tensión lo que permitió en 2019 abonar en promedio $452, en 2020 $407 llegando a noviembre del 2021 a $461.
“Comparado con el diésel, el eléctrico se mantiene en un rendimiento superior al 50%”, sostiene González.
Mientras tanto el diésel en 2019 estaba en $8616, en 2020 bajó a $7846 y en 2021 desde septiembre superó la barrera de los 8 mil alcanzando noviembre con $8083.
Los buses cero emisiones son de 9 metros con capacidad para 50 pasajeros, 19 sentados, con aire acondicionado y puertos USB para la carga de celulares. La velocidad máxima está regulada por el ente gestor en 60 kilómetros por hora permitiendo alcanzar una autonomía de 272 kilómetros.
Se optó por ese tamaño de batería dado que las rutas requieren una autonomía de 220. Los mismos se cargan en 2 h 30 en carga lenta en las horas de baja demanda para alcanzar el costo más bajo de energía.
Esta flota eléctrica cuenta con 13 cargadores de doble manguera con una rotación de carga escalonada entre las unidades. Debido a la pandemia, este proceso se realiza entre las 21 y las 4 am. En el día para el 30% de los buses de tareas corta que ingresan a las 10 y salen 15, la recarga finaliza antes del mediodía.
El conductor cuando arriba deja el carro y una persona por turno está destinada a garantizar el mantenimiento de las unidades. El monitoreo se realiza por telemetría.
Para los buses diésel Blanco y Negro Masivo cuenta con dos estaciones propias en el patio, también con un empleado destinado al proceso para poder conseguir un registro de los consumos certeros.
Lo mismo sucede con los buses a gas, que demoran 10 minutos de carga para obtener 250 kilómetros de autonomía. Para ellos tienen una estación propia cercana al patio, pero con el distribuidor se llegó a un acuerdo especial para que en el norte y sur de la ciudad estaciones de otras cuentas sean habilitadas para evitar los vacíos.
Otro eje sumamente importante es la disponibilidad y confiabilidad, en esa línea González explica: “Se comportan de una manera muy similar. El costo por kilómetro de mantenimiento es aproximadamente $320 mientras que el diésel $650 y gas $720. Por lo tanto, aquí el ahorro también llega al 50%”.
No obstante, la principal barrera continúa siendo la inversión inicial: “El bus de 9 metros puede estar costando 200 mil dólares, el diésel 110 mil y uno a gas 95 mil. Si le entregas eso a un financiero descarta el eléctrico porque el modelo tarda en cerrar, aunque es un modelo más estable”.