El Gobierno nacional tiene previsto enviar el 20 de enero al Congreso el temario con los proyectos de ley para ser tratados en sesiones extraordinarias. Aunque todavía se tomarán toda esta semana para pulir los últimos detalles el objetivo es darle espacio a leyes que impacten en la economía en el corto plazo.
Tres de ellas están relacionadas directamente con el futuro de la movilidad en el país: la Ley de Hidrocarburos; la Ley de Electromovilidad y la Ley de la Industria Automotriz.
En reiteradas ocasiones, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas sostuvo que la intención es que se apruebe con amplio consenso porque “un plan para la Argentina y no para este Gobierno”.
El proyecto de ley de promoción de la movilidad sustentable incluye beneficios impositivos, nuevas instituciones y financiamiento de largo plazo tanto para la oferta como para la demanda.
Puntualmente para este último se impondrán Bonos Verdes en forma de descuento directo sobre el precio del vehículo y su cargador y se retirará de la base imponible en bienes personales.
Uno de los beneficios estáticos para el sector productivo es la devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para inversión y amortización acelerada de inversiones por el impuesto a la ganancia.
En cuando a beneficios dinámicos para proyectos dependerá de los grados de integración. Para fabricantes no terminales estará también enfocado en reducción de las contribuciones patronales y estimulando proyectos que promuevan la industria nacional sustituyendo importaciones.
Si bien desde la mayoría de los sectores sostiene que “es un gran paso” eso no significa que no se enciendan las alarmas, principalmente en las petroleras y estaciones de servicios por la fecha que estipula del fin del motor a combustión. En menor medida en las automotrices y autopartistas.
Puede que se debata y apruebe con amplio consenso como buscan desde el Gobierno, pero la preocupación en el sector permanecerá porque no se han convocado a todos los actores del ecosistema para su redacción. Es más, lo han tildado de como un “cascarón vacío”.
Por ejemplo, en materia de infraestructura de carga de acceso público no se menciona. Aunque podría decirse que en parte YPF “se está ocupando” tras el anuncio de inversiones en corredores de cargadores para vehículos eléctricos.