El 6 de junio se llevará adelante el Proceso Electoral Federal 2020-2021 en México. En los comicios habrá dos coaliciones y cuatro partidos, de entre los cuales se elegirán a 500 miembros de la cámara federal de diputados y las autoridades de 15 gubernaturas.
Cada sector del país está atento a los cambios legislativos que pueden llegar a darse después de este fin de semana, lo que sin dudas impactará en decisiones y proyectos próximos. En este sentido, la industria de la movilidad no es la excepción a la regla, que observa con atención las bancas y las promesas de campaña.
Sin embargo, muchos aún se muestran reticentes a creer en las intenciones de los representantes políticos. “En términos generales, ningún partido o candidato ha hablado del tema de movilidad como un tema preponderante”, asegura Nicolás Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM)
Aunque, por otro lado, la situación actual tampoco es demasiado diferente. “El ambiente con el gobierno federal es muy complicado, no quiere tener mucho trato con asociaciones o con organizaciones de la sociedad civil. No ha habido buena comunicación para la movilidad y el transporte”, denuncia.
“Además, la presidencia de Andrés Manuel López Obrador apuesta por el consumo de combustibles fósiles y el regreso al esquema del diésel, en vez de al de energías limpias», comenta.
En consecuencia, para el representante de AMTM lo importante será, más allá de quien esté en el Congreso, “cabildear con la comisión que aborda el tema de movilidad y transporte y ya empezar a trabajar con ellos en septiembre”.
Hoy las encuestas ponen a la cabeza al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Según poll of polls, o encuesta de encuestas, de Oraculus, el partido de López Obrador concentraría el 41% de los votos, el cual cabe recordar se presenta en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a través de Juntos Hacemos Historia.
En consecuencia, si bien cuenta con el apoyo del PT y el PVEM, Morena, el cual no incluyó en su programa de campaña proyectos relacionados a la movilidad sustentable, por si solo conseguiría ser la minoría más grande pero no la mayoría, tal y como sucede en la actualidad. Entonces, no podría aprobar leyes por su cuenta.
Por su parte, José Celis, director de Mitiga CO2, destaca que desde ningún partido político se habló de la posibilidad de quitar los estímulos fiscales que poseen los vehículos eléctricos e híbridos en la Ley del Impuesto sobre la Renta.
Su artículo 34 fracción 14 permite deducir un 25% de la tarifa sobre la renta de bicicletas y motocicletas cuya pulsión sea a través de baterías eléctricas recargables.
A su vez, según el art. 35, los transportes eléctricos también son deducibles un 10%, mientras que según el art. 36, las inversiones en automóviles son deducibles hasta por un monto de 175 mil pesos mexicanos. Si son vehículos cuya propulsión es a través de baterías recargables, así como automóviles eléctricos que además cuenten con motor de combustión interna o accionado por hidrógeno la deducibilidad llega hasta 250 mil pesos.
“Estos artículos de la ley, al menos en esta administración, no fueron modificados y hasta ahora no he escuchado por parte del partido Morena o de otro que haya intención de quitarlo”, explica Celis.
Teniendo en cuenta además que también hay cambios de dirigencia en las gubernaturas, Rosales, por su parte, advierte que “muchos proyectos van a quedar parados porque la política mexicana no se caracteriza por tener visión de continuidad en sus políticas públicas”.
Y, en miras al futuro, cierra: «Como no es un tema de política pública federal, tenemos muchas complicaciones. Sin embargo, tendremos que buscar aliados que se sumen a proyectos de movilidad».