María José Rallo del Olmo, secretaria general del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), hace un repaso por los cambios generados en el área a partir de su gestión.
A modo de balance de cierre, la funcionaria destaca un cambio de paradigma en el lugar de la movilidad en la agenda pública con especial énfasis en la Ley de Movilidad Sostenible.
“La Ley de Movilidad Sostenible es un hito del plan de recuperación y debe aprobarse”, lanza la mandataria.
El proyecto de ley elaborado por el Ministerio además de sufrir demoras en sus tratativas ha sido duramente criticado por el sector de la electromovilidad.
La mayoría de las críticas residen en que no hace referencia a una meta concreta para descarbonizar el transporte.
Además, de que no se han establecido disposiciones a 2050 para alinearse al acuerdo de París y a los compromisos internacionales de España y la Unión Europea.
En este sentido, desde organizaciones ecologistas cuestionan la “falta de una hoja de ruta”.
Sin embargo, la coyuntura electoral actual dio un giro en el rumbo de la norma.
El adelantamiento de las elecciones generales a nivel nacional puso un freno al desarrollo del proyecto.
En ese intersticio desde el sector ven una oportunidad para que se incorporen las enmiendas.
Cabe recordar que el proyecto del MITMA fue aprobado el 13 de diciembre por el Consejo de Ministros.
Luego de ello se avanzó sobre el plazo de presentación de enmiendas en el Parlamento, que dio lugar a más de 1.000 propuestas.
Bajo este contexto, Del Olmo declara: “Quedan retos por hacer que tendrá que asumir el próximo Gobierno”.
“Esos retos necesariamente tendrán que pasar por la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible”, agrega.
Para la funcionaria lo ideal sería que el documento tenga el mismo contenido que posee actualmente.
Destacados de ley de Movilidad Sostenible
María José Rallo del Olmo destaca tres elementos de la mencionada ley por su repercusión en la movilidad urbana.
Por una lado resalta la novedad de establecer un sistema de financiación de transporte público separando costes de operación con inversiones.
“Sería deseable que la ley tuviera una línea presupuestaria ambiciosa que diera continuidad a estas inversiones del plan de recuperación”, sugiere la ingeniera.
El segundo elemento que señala es la creación del Sistema Nacional de Movilidad Sostenible.
Con dicho mecanismo de gobernanza por primera vez se incluirían a los Ayuntamientos para la coordinación en materia de políticas públicas de movilidad.
Por último, destaca la digitalización que propone la ley.
Se trata de un espacio integrado de datos de movilidad, en contexto del impulso de los data leagues en el ámbito europeo.
En este sentido, la funcionaria sostiene que la información a disposición de las administraciones fomenta el diseño de políticas públicas basadas en datos.
Del Olmo considera que el trabajo que queda por hacer tendrá que ser abordado conjuntamente entre el sector público, el privado y la ciudadanía.
La crítica a la Ley de Movilidad Sostenible
Hace unas semanas, en diálogo con Portal Movilidad España, Carlos Bravo Villa, representante de Transport & Environment (T&E), se refirió a la normativa.
Para la organización, el Gobierno no se ha animado a establecer “objetivos y plazos claros” para aportar a la reducción de emisiones.
“El Partido Socialista en el Congreso era el único que defendía que la ley no tuviera objetivos”, acusó el especialista.
En relación al plazo para la presentación de enmiendas, casi 60 corresponden a Transport & Environment y a otras organizaciones ecologistas.
“Entendemos que los partidos con los que hemos hablado serían favorables a introducir las propuestas que hemos planteado y sólo el PSOE se niega a los objetivos concretos”, declaró Bravo.
Concretamente sobre la propuesta para la revisión de los estándares de emisión de carbono de vehículos pesados de la Comisión Europea, solicita que España apoye la medida más estricta.
Es decir que la fecha para el fin de la venta de nuevos camiones a combustión sea fijada en el año 2035.
Otra crítica es en relación al transporte marítimo y al fomento del gas natural fósil para dicha actividad.
“Este combustible tiene mayor impacto climático que los combustibles fósiles convencionales”, asegura el profesional.
Bravo sostiene que deberían eliminarse los guiños a los combustibles fósiles.
Y que para el transporte marítimo y aéreo el eje deberían ser soluciones de combustibles verdes renovables de cero emisiones de origen no biológico (RFNBO.)