Si bien la pandemia de coronavirus tuvo un fuerte impacto en la economía y los negocios a nivel mundial, el rubro de las motocicletas en República Dominicana fue de las industrias menos golpeadas, dado que encontró en la demanda de deliverys una ruta de salida.
“Del grupo empresarial Cavel, la única compañía que estaba teniendo ingresos era Electric Motors porque estábamos vendiendo motocicletas”, asegura Joel Tavarez, presidente de la empresa, quien agrega: “El delivery en la pandemia fue crucial”.
Esto condice con los registros del año pasado, cuando la Dirección General de Ingresos Internos (DGII) publicó su informe sobre las importaciones y ventas de vehículos eléctricos entre enero y agosto del 2020.
En el mismo, la cantidad de vehículos ingresados al país registró una disminución de 101,129 (un -54%), al pasar de 188,176 entre enero y agosto de 2019 a 87,047 en el mismo período de 2020. En las ventas, se vio reflejado por la disminución de placas emitidas, dado que en enero y agosto de 2020, estas decrecieron un 21,878 (un 57%), al pasar de 51,357 placas emitidas el año pasado a 29,479, según datos de Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (ACOFAVE).
Pese a los desalentadores números, las motocicletas continuaron ocupando el primer lugar en el ranking de importaciones, aunque el número continuó siendo menor respecto al año previo. Tal es así que, de los 87,047 vehículos, ingresaron 57,160 unidades. Esto representó el 66% de las entradas al país. En cuanto a los registros de motocicletas, durante el 2020 ingresaron al país 67,829 menos que el año pasado.
“El 2020 fue un año complicado, pero ayudó a que las personas tuvieran mucho tiempo para investigar. Las personas se educaron mucho en lo que respecta a la movilidad eléctrica”, destaca Tavarez, que observa como fundamental el conocimiento de la población para el desarrollo de una movilidad sustentable.
En esta línea, comenta: “La persona tiene muchos tabúes relacionados a la movilidad eléctrica, en especial, porque piensa que se trata de vehículos muy costosos”. Para solucionar esto, para el empresario, los importadores juegan un rol fundamental dado que deben ser ellos quienes “se encarguen de la educación de la población”, mientras que el Estado trabaja con las regulaciones.
Más allá de la compleja situación, según el representante de Electric Motors, la movilidad eléctrica “ha avanzado a pasos agigantados el año pasado en República Dominicana”.
Tal es así, que los proyectos no cesaron para el negocio. Por el contrario, hace tan solo tres semanas, abrió su segunda tienda en Santiago, Chile, y ahora se encuentran terminando un taller con 20 mil pies cuadrados, donde poseen todos los equipos para diagnosticar vehículos y motocicletas eléctricas.