La hoja de ruta, en línea con el propósito general del proyecto, persigue la transición mediante la adquisición de flotas eléctricas en las entidades públicas nacionales para cumplir con la penetración del 30% de tecnología eléctrica a 2025. 

Tal como había adelantado Portal Movilidad, la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) prevé que, con la colaboración de actores públicos y privados, contribuirá en la aspiración del país ante el compromiso de descarbonización del sector. 

Durante el desarrollo del Paquete de Trabajo dos, la UPME ha mapeado 33 entidades que contaban con una flota base total de 1.081 unidades, de las cuales cerca de 203 podían ser reemplazadas. 

Los números indican que el 71% de los automóviles pertenecían a la categoría de livianos. Una vez obtenidos los datos, estos fueron entregados a las entidades. De estas, dos proceden a adquirir cuatro vehículos: dos eléctricos y dos híbridos. 

«Presentamos el proyecto a cada una de las 21 entidades. Luego, desarrollamos instancias participativas», comenta la consultora Pilar Enriquez. 

Y agrega: «Mostramos la herramienta, les enseñamos a usarla, hicimos modelaciones en conjunto, y quedaron 18 entidades». 

También se vincularon 13 más, con las cuales se propuso un apoyo detallado para validar resultados y presupuestos. Esto ha dado pie al potencial de recambio de 19 eléctricos, 40 híbridos y un híbrido enchufable. 

Esta instancia ha abierto las puertas de la siguiente con la que pretendían ingresar a la fase B. En esta última, los vehículos serían adquiridos y monitoreados.

Sin embargo, la etapa resultó frustrada ya que el país había ingresado en una fase de austeridad, lo cual ha derivado a que se culmine únicamente con dos entidades. 

Instancias del proyecto

Durante las etapas principales de trabajo, la UPME se ha desempeñado en conjunto con hasta 33 entidades. De las mismas, 18 pudieron participar de forma activa en las instancias de talleres y modelación.

Mediante estas fases, desarrollaron una Herramienta de Sustitución Vehicular junto a una Guía Metodológica que ha servido de consulta a las entidades públicas en caso de tener que afrontar un desafío similar al proyecto. 

“La herramienta permite reconocer las características de la flota actual para optimizar los recursos de manera correcta”, indica Luis Parra, consultor de la UPME. 

Por su parte, la Guía se encarga de brindar información rápida sobre aspectos ligados a la tecnología disponible en el mercado, evaluar el reemplazo de flota y dar un “esquema sobre el funcionamiento de la herramienta”.  

Cabe destacar que en el plazo del año y medio del proyecto en vigencia, han monitoreado durante nueve semanas continuas ocho vehículos híbridos con el propósito de recolectar datos. 

Mediante el cálculo de los mismos, lograron obtener el 4% de mejora en la eficiencia de las unidades en cuestión. 

Paquetes de trabajo 

El esquema metodológico general propone tres paquetes de trabajo, desarrollados entre octubre de 2020 y abril de 2022. 

El análisis de gobernanza se había planteado como base de trabajo. A través del mismo, las autoridades de la UPME realizaron el análisis de la flota de entidades para designar cuáles posiblemente tendrían mayor oportunidad de reemplazo en el corto y mediano plazo, según las dinámicas del mercado nacional. 

Posteriormente, acordaron criterios para la selección en la que dispusieron como parámetro flotas con patentamiento del año 2015 o anterior. A su vez, únicamente tendrían en cuenta las categorías buses, camionetas, automóviles, camiones y cuatrimotos. 

Una vez superada esta instancia, la UPME se volcó al paquete de trabajo tres, donde planificó la estructuración del piloto. Tomó como base 33 unidades seleccionadas para luego entablar una fase teórica y, después, una práctica. 

Por último, el paquete cuatro comprendía el trabajo con las entidades que fueron seleccionadas para entablar la compra y adquisición y monitoreo. Esta instancia cuenta con el apoyo de ejes estratégicos.