El etanol tiene un papel importante en el futuro de la movilidad sostenible, indicó el presidente de Volkswagen en América Latina y Brasil, Pablo Di Si. Al resaltar la importancia de la industria de la caña de azúcar en este contexto, el ejecutivo destacó que el biocombustible lo tiene todo para convertirse en el clave para acelerar el proceso de transición energética en Brasil.
Di Si recordó que existen muchos retos en relación al coche eléctrico, entre ellos, está la batería y su carga, que demandan grandes inversiones. Alternativamente, apostó por el desarrollo de tecnología de celdas para alimentar la alimentación de etanol de los coches eléctricos en lugar de la batería.
En este sentido, el ejecutivo argumenta que se deben invertir en investigación para el desarrollo del etanol como una solución viable para abastecer el automóvil eléctrico, y también estima que esta tecnología también puede llegar a Estados Unidos y China cuando esté lista, haciendo a Brasil participar de la manera más eficaz en esta industria.
“Tenemos un sector que emplea mucho y es sostenible. Cuando miras el ciclo de vida de un vehículo y el lugar, no solo lo que consume un vehículo, sino cómo se genera esa energía, somos uno de los países más eficientes del mundo. Por eso tenemos que trabajar juntos y llevar adelante este proyecto estratégico para cambiar Brasil ”, mencionó el presidente de Volkswagen en América Latina y Brasil.
La sinergia entre los fabricantes de automóviles y el sector azucarero-energético también fue destacada por Jacyr Costa Filho, miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Tereos y presidente del Consejo Superior de Agronegocios (Cosag) de Fiesp .
Para él, en Brasil, la electrificación de vehículos merece una mayor reflexión, principalmente porque requerirá mucha inversión en infraestructura y la probable desindustrialización de la cadena automotriz. Costa Filho explica que el costo estimado de implementar la red inteligente en el país hoy se encuentra entre US $ 210 y 300 mil millones, según estudios de la Compañía de Estudios Energéticos (EPE).
El ejecutivo dice que es necesario desmitificar el tabú de que el automóvil eléctrico es menos contaminante que un vehículo de combustible flexible impulsado por etanol. Al considerar el ciclo de vida total, el vehículo de etanol tiene un nivel de emisión de GEI más bajo que el nivel de emisión de un automóvil eléctrico con batería europea y mucho más bajo en comparación con uno chino, ya que la matriz eléctrica brasileña es más limpia.
Según declaró al medio local Jornal Cana, el automóvil a etanol es la mejor salida para Brasil, que ya cuenta con la tecnología, la infraestructura y la industria automotriz adaptadas.
“El futuro es el automóvil híbrido y, posteriormente, el automóvil impulsado por hidrógeno a partir de etanol. Con esta visión de futuro, seguiremos siendo un referente para el mundo y la sinergia de los sectores automotriz y azucarero-energético seguirá generando empleo y tecnología innovadora para dinamizar el país ”, concluyó.