La evolución de los vehículos Volkswagen en la última década fue posiblemente la más rápida de la historia de la automoción. Pero sus ingenieros van a incrementar de nuevo el ritmo de desarrollo de sus planes con la estrategia “Accelerate”, especialmente en temas clave para el futuro de la movilidad como la digitalización.
La marca tiene claro que el software se está convirtiendo además de en el nuevo factor de diferenciación frente a otras marcas, en un modo muy valioso de creación de valor.
“En el futuro los clientes seleccionarán los coches por las prestaciones que ofrezca el software en mucha mayor medida que por otras consideraciones”, menciona Thomas Ullbrich, miembro del consejo de administración de la marca responsable para el Desarrollo Tecnológico. Una afirmación que avala el consultor del Centro McKinsey de Movilidad del Futuro en Europa.
“La implementación del software en los coches actuales es ya un factor esencial. El software y sus funcionalidades son parámetros importantes en la elección de los consumidores”. Es un hecho que hoy día ya no existe ningún coche sin software, pero además se declaró al software como “el futuro de la automoción”, según el director del Centro de Investigación del Automóvil alemán, profesor Ferdinand Dudenhöffer.
“El software es el centro de nuestro desarrollo en los últimos años”, afirma Ulbrich, orgulloso de cómo los nuevos modelos eléctricos ID.3 e ID.4 ya llegan con la tecnología que los conecta a las infraestructuras, el llamado Car2X. O con la realidad aumentada integrada en el proyector de información de esos mismos modelos, siendo la primera marca de volumen que lo ofrece.
“Pero el software es un producto en evolución que debe ser mejorado continuamente”. Y esto nos lleva a la velocidad de esos cambios y a otra de sus implementaciones, la actualización en la nube, para la que los nuevos ID.3, ID.4 e ID.4 GTX ya están listos, y que ya ha arrancado en Europa.
Estas actualizaciones son posibles gracias a sus dos nuevos ordenadores de alto rendimiento conectados en red. Se llaman ICAS1 e ICAS3 y asumen las tareas que antes realizaban numerosos pequeños ordenadores o unidades de control locales. Estos ICAS (de “In Car Application Server” o servidores de uso interno) “elevan el rendimiento del hardware y el software a tal nivel que abren una gama completamente nueva de posibilidades”, según la marca.
Mediante la conexión de datos móviles (como los de los teléfonos) estos modelos no solo contarán siempre con el sistema operativo más actualizado, sino que también podrán instalarse nuevas funciones.
Sus propietarios podrán solicitar funcionalidades específicas como determinados incrementos de potencia, mejoras en el tiempo de recarga o incluso ampliaciones en la autonomía (gracias a mejoras en la programación de la electrónica de gestión). Estas posibilidades comenzarán a llegar a Europa a partir de 2022.
Sin embargo, Volkswagen tuvo ciertos problemas con el software de los primeros ID.3 que provocaron ciertos retrasos en su llegada. Eso fue hasta la llegada del ID. Software -su nuevo sistema operativo- que permite las actualizaciones a través de la red inalámbrica. De hecho, los primeros ID.3 contaban con el ID. Software 1.0 sustituido por el 2.0 a finales de 2020. Ahora ya se entregan con la 2.1, versión que los primeros ID.3 también han recibido o están recibiendo a través del taller.
Volkswagen es el primer fabricante de grandes volúmenes en ofrecer la instalación en la nube y sus características son:
- El coche te avisa de que hay un nuevo software disponible.
- El mensaje se envía solo cuando la carga ya se ha efectuado en segundo plano, es decir aún no está instalada en tu sistema.
- Cuando el coche esté desconectado, apagado, se iniciará la “auténtica” instalación en el coche.
- Por seguridad no se puede volver a arrancar el coche hasta que la actualización esté completada.
- Es posible ver información acerca de la actualización (tiempo restante, tanto por ciento descargado…)
- Cuando la instalación se ha completado el usuario debe aceptar y finalizar la tarea pulsando la tecla OK del volante.
- Cuando el coche vuelva a arrancarse, contará con el nuevo software instalado y funcional.
Las inconsistencias del software -presentes en todas las empresas del mundo en mayor o menor medida- en Volkswagen son reparadas, eliminadas y actualizadas con extrema rapidez, según Ulbrich. Y se eliminan en la nueva Software House, su centro para estos desarrollos, donde han generado un nuevo proceso de creación.
El antiguo abanico temporal de tres meses para realizar un desarrollo concreto se ha fraccionado en innumerables y pequeños objetivos que ellos llaman “esprints”, que deben ser obtenidos en 14 días y que inmediatamente pasan a la flota de pruebas para su comprobación.
Con este método han “aumentado considerablemente la velocidad y la calidad del desarrollo de software y a la vez hemos reducido la complejidad de los procesos. Con jerarquías más horizontales, los procesos de toma de decisiones son más rápidos y están muy orientados a la funcionalidad”. Un modelo de aceleración de logros que “también trasladaremos a otros ámbitos de desarrollo dentro de la marca”.
Una de las grandes ventajas del software es su escalabilidad. Es decir, que una vez que está listo, se puede implementar en todos los productos. Esto no es aplicable al cien por cien de los casos porque los programas “no corren” igual en un ordenador potente que en uno más antiguo o lento. Pero sí que ofrecerá innumerables ventajas a una compañía que vendió unos cinco millones de coches en todo el mundo solo el año pasado.
“Escalabilidad significa reducción en los costes de producción, es decir, precios asequibles y conectividad y movilidad eléctrica para una mayor franja de posibles usuarios de la sociedad”, según Klaus Zellmer, miembro del consejo de administración de la marca para Marketing y Ventas.
Pero aún más allá abrieron un nuevo mundo de posibilidades también de negocio: “En el futuro, los clientes comprarán, harán leasing, carsharing o alquilarán coches incluso por periodos muy cortos de tiempo. Y gracias a la instalación en la nube podremos personalizarlos cumpliendo sus expectativas. Muchas de las funciones de esos vehículos dependerán de sus gustos. Y habrá plataformas para este tipo de servicios”.
Una de esas plataformas será la de la propia Volkswagen llamada WeShare, por ahora establecida en Berlín y Hamburgo. El coronavirus le supuso una importante traba en su desarrollo. Pero ahora, la marca la va a implantar en España, Italia y Francia.
Todos sus vehículos pertenecerán a la familia ID, lo que supone que cuentan con el software más apropiado para ser personalizados. Contarán con un sistema telemático de control que abre, para los propietarios de estos coches posibilidades de negocio propias, ya que a través de la plataforma podrán poner sus coches en carsharing. Así, cualquier Volkswagen del futuro podrá pertenecer a una flota de carsharing dentro de Volkswagen.
Esta posibilidad podrá comenzar a ser implementada por países desde finales de este mismo año. “¿Cómo será este servicio en 2030 con la irrupción del coche autónomo y cientos de unidades de diferentes usuarios apuntadas?” se pregunta Philipp Reth, director de WeShare y del área de Nueva Movilidad de Volkswagen. Y se responde a sí mismo que “Pues lo más posible es que seamos una especie de mercado de la movilidad”.
Volkswagen hace una cierta apuesta por estas nuevas fórmulas de la movilidad aunque supongan una fórmula con menos coches circulando por las ciudades. Pero es una fórmula que se presentó ganadora en empresas como Airbnb, la compañía de alquiler de apartamentos mayor del planeta y que no tiene un solo apartamento de su propiedad.
Otro avance, según Zellmer, es que “podrás mover tu perfil de conductor de un coche a otro: tu tipo de música, la temperatura que encuentras ideal, a qué distancia quieres el asiento del volante…”.
El mismo Zellmer, indica Nius, se refirió al ID. Buzz “que será lanzado el año que viene con grandes capacidades y practicidad y que no tendrá comparación en toda la industria”. Y Thomas Ulbrich no quiso dejar de hacer mención a Trinity, la plataforma que definió como el “gran salto hacia delante del software y la electromovilidad. Situará a nuestros modelos en un nivel completamente nuevo que llegará con la automatización de la conducción”. El primer modelo de Volkswagen basado en Trinity llegará en 2026.