El segmento de motocicletas lidera la comercialización de vehículos eléctricos en República Dominicana, con la venta de 4.000 unidades en 2023.
Actualmente, hay 14.000 motos eléctricas en circulación. Aunque, Edwin Martínez, Presidente Ejecutivo de ASOMOEDO, en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica asegura: ‘’Es un número ínfimo en comparación con las motos de combustión interna’’.
De todas formas, los resultados en materia de eMobility siguen siendo alentadores para el país caribeño.
‘’El año pasado fue interesante lo que pasó con el crecimiento de vehículos híbridos, vendiéndose casi 7 veces más que los eléctricos’’, admite Martínez.
Y agrega: ‘’Los híbridos pasaron de 375 unidades en 2022 a 2500 en 2023’’.
Por otra parte, las cifras de automóviles eléctricos crecen a un ritmo más lento, pero que revelan una tendencia sostenida desde su introducción al mercado local.
Las importaciones de híbridos registraron 2551 unidades, mientras que los vehículos a batería sumaron 936.
En el último año, las ventas del primer segmento se incrementaron casi seis veces en relación a 2022, año en que cayeron a 375.
Dentro del volumen total de vehículos amigables con el medio ambiente que ingresaron al país, los híbridos son los que acumulan mayor cantidad de ejemplares y que mayor participación poseen en el mercado, con un 70%.
A las unidades 100% eléctricas les corresponde un 25% y el restante 4%, a los híbridos enchufables.
El crecimiento del parque vehicular eléctrico fue de un 18%, más reservado y acorde a la tendencia que viene marcando en los últimos años.
Sin embargo, ¿cómo se podría acelerar el incremento de vehículos eléctricos en República Dominicana?
Para ello, según plantea Edwin Martínez, es necesario eliminar los costos arancelarios asociados con la importación de vehículos eléctricos, siguiendo el ejemplo de países como Costa Rica.
Esta acción facilita el acceso a los unidades eléctricas y demostraría el compromiso genuino del gobierno dominicano con la transición hacia la movilidad eléctrica.
Asimismo, es fundamental mejorar las condiciones para los concesionarios, en línea con las disposiciones legales que obligan a las empresas estatales a adquirir un porcentaje de vehículos eléctricos.
Si se trabaja en colaboración con el Estado, se podrían implementar medidas que agilicen la adopción masiva de vehículos eléctricos en República Dominicana.
‘’Estamos ejerciendo mucha presión, se mueve más lento de lo que uno quisiera pero si hay una posibilidad de mejorar esa condiciones, en eso trabajamos’’, admite el presidente Martínez.
Normativas impulsadas por el Estado
La Superintendencia de Electricidad (SIE) emitió hace un año dos resoluciones para regular la recarga de vehículos eléctricos. Una establece las normas de instalación de estaciones y la otra las tarifas a cobrar por el servicio.
¿Qué implica la segunda? Se paga un precio preferencial en el horario “fuera de punta” (de 12:01 am a 6:59 pm), que es cuando el sistema eléctrico presenta menores niveles de consumo.
Rige para usuarios residenciales y empresas que no están destinadas a la recarga comercial, y su adhesión es opcional.
Al respecto de la carga en la vía pública, desde la SIE se establecieron ciertos parámetros técnicos.
Entre ellos, criterios de seguridad que determinan la necesidad de dos certificaciones para poder ofrecer el servicio de carga: una para el dispositivo y otra para la empresa y el agente que instale el cargador.
A pesar de ciertas normativas impulsadas por el Estado, en el sector del transporte público aún faltan incentivos y regulaciones.
Aunque el gobierno ha hecho esfuerzos en soluciones colectivas, como el crecimiento del metro y el monorriel, el avance en la implementación de autobuses eléctricos sigue rezagado.
Esto sucede porque las condiciones de compra para las empresas privadas y concesionarios no son favorables, lo que afecta la adopción de este tipo de unidades eléctricas.
En resumen, el panorama de la movilidad eléctrica en República Dominicana muestra un progreso significativo, con un aumento notable en las ventas de vehículos eléctricos, tanto en el segmento de motocicletas como en el de automóviles, a pesar de los desafíos que aún persisten.