Latam | Camiones
miércoles 25 de noviembre de 2020
Bimbo adquiere 4000 vehículos eléctricos en México y piensa replicar a la región para su flota de reparto
La panificadora continúa su proceso de electrificación de flota con la particularidad de fabricar ellos mismos los camiones a incorporar.
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Bimbo es la panificadora más grande del mundo y ya cuenta con 500 unidades eléctricas circulando como parte de su flota de reparto en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, entre otras, siendo una de las más numerosas de la región. Estas son desarrolladas por una filial del grupo empresario, Moldex, que se ubica en Lerma, Estado de México.

La panificadora sumió el compromiso de incorporar 4 mil unidades hacia 2024 en México. Actualmente están sumando vehículos eléctricos también en Estados Unidos y Colombia, con miras y estudiando replicar el esquema en Chile, Argentina y otros países de América Latina.

Estas unidades alcanzan una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora y logran una autonomía entre 60 y 95 kilómetros. Su capacidad de carga es de una tonelada.

Inés Espíndola, Directora global de Energías Renovables de Bimbo, comenta al respecto: “Los vehículos eléctricos son una realidad, llegaron para quedarse y tenemos que migrar hacia ellos, incluyendo el suministro eléctrico renovable porque de otra forma no sirve de nada”.

Esta decisión se da en consonancia con la determinación que se tomó en 2018 donde se fijó la meta de operar con energías 100% renovables hacia 2025.

Al día de hoy alcanzó el 80% de uso de energías renovables a través de parques eólicos y solares con producción dentro y fuera de las plantas, tanto con conexión a la red como generación distribuida con 25 MW de techos solares en el mundo.

Alcanzar dicha meta significaría una reducción de 700 mil toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

En este sentido, la ejecutiva menciona: “Hemos visto los beneficios económicos, ambientales, sociales en todas las estrategias y proyectos que seguimos. Todos nuestros proyectos tienen que ser 100% sustentables”.

Por otra parte, indica que no hay que tenerle miedo a las inversiones a largo plazo, por lo que cuentan con contratos de 10 a 20 años evaluando costos beneficios. “Nos tenemos que comprometer como empresa para que otros puedan invertir y nosotros pagar”, agrega Espíndola.

Las declaraciones se dieron en marco de Latam Future Energy Virtual Summit en el panel “Grandes consumidores para un desarrollo renovable masivo en Latinoamérica” en compañía de portavoces de Bavaria, Votorantim Energía y Thomson & Knight.

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