México | Autos
lunes 08 de abril de 2024
Problemas de competitividad. México fabrica vehículos eléctricos, pero los propios mexicanos no compran industria nacional
Hay un contrapeso: se renueva el parque automotor electrificado, pero la deuda pendiente pareciera ser el “Hecho en México” para los mexicanos. Los autos eléctricos chinos ganan en prestación-precio.
México fabrica vehículos eléctricos, pero los propios mexicanos no compran industria nacional
Desde octubre del año pasado se producen en México dos modelos: Ford Mustang Mach-E y Chevrolet Blazer EV.
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La falta de competitividad de las firmas que producen vehículos eléctricos en México es uno de los ejes de conversación con la Dra. Isabel Studer Noguez, presidenta de Sostenibilidad Global.

“Que la mayoría de los mexicanos no puedan comprar un vehículo eléctrico nacional por el nivel de ingreso hace que haya un mercado muy importante para la importación de China o Estados Unidos”, afirma a Mobility Portal Latinoamérica. 

El crecimiento en el país azteca del motor chino inquieta a la industria automotriz y también a Estados Unidos (país con el que tiene acuerdos comerciales). México es el segundo mercado receptor de coches chinos y BYD, JAC, Geely y Chery irrumpieron con vehículos electrificados a precios competitivos.

“La industria ha luchado con este tema porque se permitieron las importaciones irregulares por largos años. Luego este gobierno decidió regularizarlas, pero sigue habiendo todavía muchos vehículos ilegales”, explica.

Hay un contrapeso: se renueva el parque automotor electrificado, pero la deuda pendiente pareciera ser el “Hecho en México” para los propios mexicanos. Es que los autos eléctricos chinos, por ejemplo, ofrecen buenas prestaciones con precios por debajo de los de cualquier alternativa de Occidente.

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José Zozaya Délano, quien estuvo cuatro años al frente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), también pone el tema sobre la mesa.

Para el ejecutivo, toda marca que entre al país de forma legal y cumpliendo con las normas mexicanas será bienvenida “a México y a la AMIA”. Pero recalca que siempre que sea en beneficio del consumidor, con productos novedosos, precios competitivos y calidad a nivel global.

“Lo ideal sería renovar el parque automotor produciendo en México porque estaríamos logrando dos objetivos: reducir las emisiones y dejar que los mexicanos tengan acceso a la mejor tecnología fabricada aquí”, sostiene Studer Noguez.

Es que el mercado mexicano puede resultar muy atractivo y ofrecer una oportunidad para producir vehículos pequeños de bajo costo tanto para el país como para el resto de América Latina.

La posición en la electrificación para México es clave: ubicación geográfica estratégica, una extensa red de proveeduría y tratados de libre comercio con diferentes regiones del mundo.

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Falta de incentivos para mejorar competitividad

Con el plan de Tesla de abrir una “gigafactory», el país debería convertirse pronto en un centro de producción de vehículos eléctricos. Pero los autos cero emisiones siguen siendo caros para la mayoría de los mexicanos.

General Motors Co, Ford Motor Co, BMW, la unidad Audi de Volkswagen y JAC están produciendo en México, además del fabricante local Zacua.

Los vehículos eléctricos representan apenas el 0,5% de las ventas nacionales, según datos de la AMIA. Esta cifra está muy por debajo del porcentaje estadounidense del 5,8% que reporta la firma de investigación Motor Intelligence. Si se suman los híbridos, México llega al 4,7%.

Los inconvenientes -que resaltan Studer Noguez y Zozaya Délano- versan sobre la falta de subsidios e incentivos para compradores y productores, altos costos para instalar dispositivos de carga en los hogares y la escasez de estaciones de carga públicas.

“Hay algún tema de incentivo de índole fiscal, de IVA. Pero creemos que deben ser mucho más creativos para incentivar la compra”, plantea el ex líder de AMIA.

A diferencia de otros países, en México no hay una ley de electromovilidad y el estudio de Recomendaciones para la Política Nacional de Electromovilidad de AMIA no tuvo la recepción que esperaban en la administración nacional.

En otras partes de América Latina, países como Costa Rica y Chile incluyeron objetivos de vehículos eléctricos para reducir las emisiones como parte de los acuerdos climáticos de París 2015.

“Al estudio lo hicimos público, se lo hicimos saber a las distintas autoridades, pero no hubo eco dentro de la actual administración”, afirma Zozaya Délano. Es que no contar con este tipo de tecnologías puede imponer sanciones arancelarias a los países que no cumplan y “sacar a México del juego”.

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