Argentina | Buses
jueves 23 de febrero de 2023
Argentina reúne «condiciones productivas necesarias» para fabricar buses eléctricos según CEPAL
El país posee activos físicos, recursos humanos calificados y experiencia acumulada para producir colectivos cero emisiones. Sin embargo, para lograrlo deberá atravesar una serie de barreras. ¿De qué manera se podría impulsar esta industria?
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El reciente estudio “Dinámicas y perspectivas de la industria argentina de autobuses libres de emisiones” – escrito por Martín J. Quiroga Barrera Oro, consultor de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) – demuestra que el país reúne las condiciones productivas necesarias para fabricar buses eléctricos.

Lo cierto es que Argentina posee un sector automotriz desarrollado y maduro que abastece al mercado local con un 100% de colectivos urbanos (producidos en el Área Metropolitana de Buenos Aires) y un 50% de larga distancia (desarrollados en el Gran Rosario).

La razón por la cual el mercado es abastecido principalmente por producción nacional se debe a la “larga trayectoria del sector fabricante de ómnibus, la buena calidad de los productos ofrecidos, los incentivos promocionales que mejoran su competitividad, la fuerza de un mercado oligopólico que hace valer la integración de su cadena productiva y el poder de influencia del sector sobre el Gobierno”.

No obstante, si bien estas unidades son a diésel, el segmento dispone de las capacidades productivas necesarias (como activos físicos, recursos humanos calificados y experiencia acumulada) para desarrollar vehículos cero emisiones.

¿Cuáles son las posibilidades?

El estudio identifica una serie de posibilitadores que permitirían la transición y consolidación de la fabricación y adopción de los autobuses eléctricos.

Entre ellos se encuentran: el grado de maduración de la industria automotriz argentina, el avance del sistema educativo-tecnológico (que permite contar con recursos humanos calificados en la materia), el desarrollo de la cadena de valor de electromovilidad (algunas empresas ya incursionaron en movilidad sustentable), el progreso en el retrofit y los beneficios e incentivos que ofrecería la ley de electromovilidad.

Además, vale mencionar que “el sector público entiende que la transición ya se encuentra en los planes de las terminales automotrices” y que, desde el punto de vista de la tecnología, “los micros eléctricos no son muy distintos a los convencionales” ya que la mayoría de los componentes son similares.

Principales barreras

Pese a que el sector productivo argentino estaría en condiciones de fabricar buses cero emisiones, existe un conjunto de barreras que deberán afrontarse para lograr implementar la tecnología nueva.

Desde el punto de vista productivo, tienen que ver con el déficit de componentes claves como microchips, condensadores y electrónicos, tanto a nivel regional como global; el desarrollo de baterías, ya que el país cuenta con la segunda reserva de litio más grande del mundo, pero eso no implica que esté en condiciones de producir las celdas; y el hecho de que las cadenas de producción de vehículos eléctricos aún no están consolidadas a escala industrial.

En cuanto al aspecto técnico-operativo, la implementación de micros cero emisiones precisa contar con infraestructura de carga necesaria y un abastecimiento energético adecuado que asegure la carga regular de las unidades.

También existen barreras financieras relacionadas con los elevados costos iniciales de adquisición de los buses, la falta de instrumentos de financiamiento y la incertidumbre frente al precio futuro de la energía.

Finalmente, el estudio menciona desafíos legales y político-institucionales que tienen que ver con debilidades en el marco normativo y regulatorio del transporte de pasajeros, el actual diseño del sistema de transporte público, el contexto económico argentino y el esquema de subsidios y tarifas.

¿De qué manera la producción de buses eléctricos favorecería al país?

La fabricación de unidades libres de emisiones contribuiría al desarrollo industrial y tecnológico, y a la recuperación de la economía.

Lo cierto es que “la producción de autobuses eléctricos dinamizaría el sector automotriz y su cadena de valor (desde terminales hasta fabricantes de insumos y componentes) y repercutiría en el crecimiento de la producción, la creación de nuevas fuentes de empleo y la generación de ahorros”.

Asimismo, teniendo en cuenta que Argentina posee la segunda reserva de litio más grandes del mundo, “podrían generarse importantes sinergias para la fabricación de celdas de baterías, agregando valor a los procesos productivos en origen y buscando integrarse a cadenas regionales de valor”.

Simultáneamente, “la diseminación de los buses en los principales centros urbanos contribuiría a reducir el volumen de emisiones, avanzando en la implementación de una movilidad más sostenible y en cumplimiento de los compromisos asumidos como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas”.

Dinamicas de la Industria Argentina de Autobuses libres de emisiones (1)

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