El mes pasado, Anglo American hizo públicas distintas conclusiones relevadas de un estudio que analizó la factibilidad del Hidrógeno Verde (H2V) en varias aplicaciones, entre ellas el transporte.
En diálogo con Portal Movilidad, Francisco Belmar, especialista de Carbono Neutralidad de Anglo American, desarrolla estas conclusiones y confirma la decisión de la empresa de desplazar los combustibles fósiles de sus operaciones.
¿Qué rol tiene Anglo American en la aplicación del hidrógeno al sector transporte?
En Anglo American, hemos tomado un rol muy activo para potenciar el desarrollo del Hidrógeno Verde (H2V) a nivel mundial para utilizarlo como una fuente de energía limpia en nuestras operaciones.
Fuimos pioneros en desarrollar el primer camión propulsado por H2V, el cual presentamos el año pasado en Sudáfrica y nuestra aspiración es que esta tecnología pueda llegar a operaciones de otros países, como Chile, en el futuro.
También desarrollamos la primera molécula de H2V para vehículos cero carbono de Chile con la cual movimos una grúa horquilla al interior de nuestra planta Las Tórtolas, comuna de Colina.
Además, este año, lideramos un estudio para analizar la factibilidad de desarrollar un valle del Hidrógeno Verde en la zona central, que desarrollamos junto a 60 instituciones públicas y privadas.
Los resultados indican que es posible avanzar en el desarrollo de hubs de H2V en ocho localidades del país y que permitiría impulsar inversiones iniciales por al menos US$3.500 millones en la zona central, además de generar 10 mil puestos de trabajo.
¿Hay algún caso de éxito de H2V aplicado a transporte de hidrógeno que consideren que se puede replicar en Chile?
En el mundo se han desarrollado varios casos de éxito relacionados con el uso de H2V en el sector transporte, en particular para el transporte de pasajeros de larga distancia en buses, como también, en algunos casos, en trenes.
Otro caso interesante es el uso de este combustible en el transporte de carga de larga distancia.
Si bien en la actualidad este combustible aún no es competitivo respecto al diésel, en países europeos o en Estados Unidos, el Estado ha generado distintos incentivos, a través principalmente de mecanismos de financiamiento que reconocen su aporte a la descarbonización, lo que ha permitido que el Hidrógeno Verde sí sea competitivo ante combustibles convencionales.
Naturalmente, en Chile estos casos también podrían resultar exitosos. Sin embargo, aún no se logra que este sea competitivo en cuanto a costos, por lo que aún es necesario esperar a un mayor desarrollo tecnológico, que venga acompañado de una reducción de costos para que podamos ver esta tecnología, de forma masiva, en nuestro país.
¿Cuáles son los tiempos que se consideran para los proyectos en el corto plazo y mediano plazo?
Por ahora, nos encontramos analizando en qué procesos el Hidrógeno Verde podría ser más competitivo, tanto dentro como fuera de la operación (minera) para impulsar esta tecnología.
Si bien una parte importante en la implementación tecnológica obedece a la competitividad en costos, también hay que tener en consideración los altos estándares de seguridad de nuestra industria minera, como también los desafíos técnicos, ya sea por las condiciones ambientales, de altura u otros, por lo que aún no podemos establecer con certeza cuáles serán los plazos.
No obstante, siempre estamos mirando la evolución del mercado, nuevos proveedores y equipos que sean capaces de satisfacer nuestras necesidades actuales o futuras.
¿Qué recursos tecnológicos necesita desarrollar con mayor profundidad Chile para poder avanzar en la industria del H2V?
En términos tecnológicos, Chile aún necesita un mayor desarrollo para el despliegue de la industria del Hidrógeno Verde.
En la actualidad, por ejemplo, aún no existe una estación de recarga del combustible que sea pública, con lo cual naturalmente hay una limitante para el desarrollo de este tipo de proyectos. No solo se deben traer los equipos, sino que también desarrollar la infraestructura para que estos puedan operar.
En este sentido se da el dilema del ‘huevo o la gallina’, es decir, primero se implementa la infraestructura para poder generar el consumo o se genera la demanda de Hidrógeno Verde para que se habilite la producción.
¿Y en capital humano?
El desarrollo de capital humano también será fundamental, ya que, si bien existe en el país conocimiento respecto al Hidrógeno Verde, se requerirá de personas con distintos niveles de competencia a lo largo de Chile para su despliegue tecnológico.
Con la aplicación de vehículos con celdas de H2V, ¿Anglo American descarta la electromovilidad con baterías o la considera complementaria?
Chile tiene la meta de ser un país carbono neutral hacia el año 2050 y en Anglo American tenemos el compromiso de ser carbono neutral hacia 2040 en Alcance 1 y 2. El desafío al cual nos enfrentamos es muy grande, por lo cual no es posible pensar únicamente en una tecnología que sea capaz de resolver todo el problema.
El interés mayor es desplazar el diésel y alternativas como la electromovilidad a batería o a Hidrógeno Verde son un perfecto complemento.
En el futuro, existirán contextos en donde la movilidad será en base a baterías, y otras en base a H2V, lo cual estará dado por las características propias de la operación. Nuestro objetivo es buscar la mejor solución para desplazar los combustibles fósiles, y para esto la complementariedad de tecnologías será fundamental.