“Los incentivos a la electromovilidad son un tema a largo plazo que debe asumir el Estado”, señala con contundencia Alberto Morisaki,  gerente de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP) sobre el panorama en el país y la ausencia de una ley de electromovilidad.

Y ratifica en diálogo con Mobility Portal Latinoamérica: “Este 2024, como venimos haciendo hace muchos años, apuntamos a empujar al sector público para que a través de incentivos promueva el ingreso y la obtención de vehículos eléctricos. Lo ideal sería que salga desde el Congreso”.

Es que en Perú, si bien las ventas de vehículos propulsados con tecnologías de cero y baja emisiones registraron un aumento del 67% en el último año, los vehículos a combustión siguen ganando terreno y los incentivos fiscales para la obtención de vehículos eléctricos continúan sin materializarse.

Durante 2023, según datos proporcionados por la AAP, las ventas de vehículos livianos y pesados en el segmento eléctricos, híbridos e híbridos enchufables alcanzaron las 4.484 unidades y los vehículos a combustión interna 164.485.

Ante esta perspectiva, con un gran descontento por el panorama actual de la electromovilidad y las trabas existentes, Morisaki espera que el Congreso pueda avanzar en la aprobación de un marco legal que fomente la transición energética con una visión integral.

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“Sabemos los beneficios de esta tecnología para que ingrese con mayor fuerza al país, pero el Gobierno no ve cómo va a impactar en la calidad de vida de la población, en la salud y en una mayor productividad”, indica sobre la necesidad de que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) democratice el acceso a la electromovilidad. 

En medio de la coyuntura económica que atraviesa el país, con signos de recuperación tras la recesión del año pasado, el gerente de la AAP, plantea la introducción de incentivos temporales.

Entre las medidas propuestas sugiere la reducción del Impuesto General a las Ventas (IGV) como un incentivo fuerte y diferenciado para los vehículos eléctricos. 

«Un incentivo mayor para los vehículos completamente eléctricos y un incentivo no tan pronunciado para los vehículos híbridos», explica.

El enfoque de estos beneficios, según Morisaki, estaría destinado a apoyar a los consumidores mientras los vehículos eléctricos mantengan un precio de adquisición superior a los vehículos de combustión interna.

Antecedentes en Perú y el nuevo plan de la AAP

Los intentos vienen desde hace muchos años: en 2021, la Asociación presentó el Plan Nacional de Electromovilidad, que fue ampliamente difundido entre el sector público y privado, sin llegar a puerto.

«En su momento conversamos con todos los ministerios pertinentes, como el Ministerio de Producción, el Ministerio de Economía y Finanzas y el Ministerio de Ambiente”, menciona destacando que las autoridades gubernamentales solo hacen foco en los beneficios a corto plazo.

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“Esta propuesta está sustentada en números que muestran que, a largo plazo, brindar incentivos a estos vehículos resultará en mayores ingresos para el país», explica Morisaki.

Por eso, este año su objetivo es impulsar una Ley que salga a través del Congreso.

“El propósito es respaldar un proyecto de Ley que contemple todas las propuestas que estamos planteando y, lo más importante, que esté respaldado por un sólido sustento técnico que pueda rebatir las objeciones del MEF«, subraya.

En este punto, vale destacar que uno de los argumentos que esgrime el MEF es que de incentivar a los vehículos eléctricos se agravaría la congestión vehicular.

Morisaki señala que esto no es válido, ya que  comparado con otras ciudades de la región, Lima tiene menos vehículos, pero enfrenta una congestión vehicular más grave.

“El problema radica en la infraestructura deficiente, la señalización inadecuada, los semáforos desincronizados y un sistema de transporte público ineficiente y desorganizado«, explica.

Por lo tanto, el enfoque debe estar en abordar estas deficiencias estructurales y no simplemente en la cantidad de vehículos en circulación.

Importación e inversiones para 2024

Morisaki destaca la presencia de automotrices chinas que amplían la oferta de modelos e incorporan precios más competitivos al mercado.

Según un informe presentado por la AAP, la automotriz Jac lideró el ranking de ventas de vehículos 100% eléctricos durante el último año. 

También se destacan Hyundai y Chery.

“Perú vive una situación compleja, tanto social como económicamente, y eso impacta en el parque automotor. Estas marcas se ajustan al bolsillo golpeado y permiten que los peruanos accedan a vehículos”, sostiene sobre la diversificación automotriz que logra que ya no solo predominen las marcas de lujo.