La empresa fabricante de vehículos eléctricos Zacua comienza este año un nuevo proyecto: un centro de ingeniería donde se desarrollarán vehículos de última milla 100% mexicanos bajo demanda.

Zacua es una compañía mexicana situada en Puebla que en 2018 presentó sus dos primeros modelos (y únicos hasta el momento). El proceso de producción es artesanal y el ensamblaje cuenta con la particularidad de ser realizado enteramente por mujeres.

Tras encontrar en los vehículos de última milla una necesidad en el sector, la firma decidió apuntar el negocio hacia los transportes de carga. 

“Pensamos que no hay suficientes opciones y las empresas las necesitan”, señala al respecto Nazareth Black, CEO de Zacua, y agrega: “En lugar de sacar un vehículo en masa, lo que vamos a hacer es trabajar de forma muy artesanal para tratar de adecuarnos a las necesidades de nuestro cliente”. 

Según Black, esto le va a permitir al cliente “tener la posibilidad de desarrollar su propio vehículo, en lugar de utilizar uno de marca masiva”. A su vez, para Zacua se trata de un proyecto que, por el tamaño de la empresa y la tecnología que ya utiliza, no le implica un reto.

“Cuando eres una marca muy grande ya tienes una línea burocrática y unos planes de los cuales no puedes salir. Entre más grande eres, menos flexible y rápido puedes ser para atender este tipo de necesidades”, destaca la CEO.

En la actualidad, la empresa está por comenzar dos prototipos. Sin embargo, recién en diciembre, se espera cerrar los contratos con los clientes, lo cual implica la creación de prototipos, pruebas y acuerdo finales. 

Asimismo para este año también apuntan a colocar a la venta 200 unidades de sus modelos MX2 y MX3. En México, esto se trata de un gran número teniendo en cuenta que el mercado, que tiene 300 unidades, es muy chico todavía. 

Por último, como objetivo final, apuntan a tener la primera marca en toda la historia de la industria automotriz que tenga proveeduría 100% local. Hoy cuentan con el 70% y entienden que el reto más complejo será conseguir una batería nacional y no china, como vienen adquiriendo.