El objetivo de los gobiernos es acelerar el proceso de conversión de autobuses y camiones a energía eléctrica. En el documento se exige que para el año 2050 todos los vehículos nuevos de servicio mediano y pesado en el mercado no produzcan emisiones.

El acuerdo alcanza los vehículos de tipo:  camionetas y camionetas grandes, camiones de reparto, furgones, autobuses escolares y de tránsito, y camiones de reparto de larga distancia o grandes plataformas.

«La transición de nuestras flotas de camiones y autobuses para funcionar con energía eléctrica limpia será una parte importante de cómo cumplimos nuestros objetivos de reducción de gases de efecto invernadero», declaró el Secretario de la Agencia de Transporte de Vermont, Joe Flynn.

Al mismo tiempo agregó: «Sabemos que esto va a ser un desafío, pero esperamos apoyarnos en este trabajo, para poder generar impulso y escala para esta transformación del mercado».

Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo sostuvo que: «La reducción de la contaminación de los vehículos de servicio mediano y pesado dará como resultado un aire más limpio para los neoyorquinos, particularmente los vecindarios de bajos ingresos y las comunidades de color que histórica y desproporcionadamente han sido las más afectadas por las peores consecuencias ambientales».

Para complementar el acuerdo, el estado neoyorquino anunció un programa de inversión que destinaría 750 millones de dólares en materia de infraestructura de carga de vehículos eléctricos.

A partir de esta medida, se construirían unas 50000 estaciones de carga. El programa será financiado en gran parte por las empresas de servicios públicos que son propiedad de los inversores del estado.