Andrea Tutte, coordinadora ejecutiva del proyecto “Redes Inteligentes” de la Administración de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE), describe los planes y desafíos para ampliar la red de carga en Uruguay. 

“Actualmente llevamos instalados 176 puntos de carga. Pensamos llegar a los 300, sumando 100 en carga continua”, sostiene la responsable. 

Respecto de los ya instalados, están distribuidos en 95 estaciones en 65 localidades de los 19 departamentos. Desde el ente, calculan que los cargadores rápidos cuestan aproximadamente USD 45.000. 

Cabe destacar que UTE sostiene convenios con todas las jurisdicciones internas, las cuales se comprometen a proporcionar espacios físicos para la instalación de cargadores. 

En relación a los desafíos que deberán afrontarse antes de finalizar la gestión, se ubica la revisión de la tarifa. 

“Hoy hay una tarifa muy conveniente con beneficios específicos para los usos intensivos. Sin embargo no prevé muchas situaciones”, indica Tutte. 

Y explica: “No es lo mismo la inversión que tengo que hacer para un cargador de carga continua y carga alterna. ¿Está bien que valga lo mismo?”. 

A su vez, desde UTE recuerdan que el actual sistema no contempla un factor temporal del uso de los dispositivos y afirman que “eso puede tender a la ineficiencia de la red”. 

“La tarifa debe permitir el desempeño de otros actores. Hay que estudiarla”, rematan desde la administración.

Cabe recordar que, a nivel global, el transporte ocupa el 25% de las emisiones de dióxido de carbono. En Uruguay, ese porcentaje asciende al 60%. Dentro de este porcentaje, el 98% refiere a transporte terrestre.

Las autoridades de la empresa estatal aseguran que la matriz altamente renovable de Uruguay permitirá que se avance en la descarbonización del sector.

Sin embargo, se plantea que para ello es necesario generar usabilidad en el sistema. Entre los desafíos, se apunta a generar plataformas que aporten a la interoperabilidad en el pago entre los distintos privados que inviertan en estaciones de carga.

Cabe recordar que el Gobierno abrió el juego para que particulares puedan ofrecer el servicio de carga con determinados beneficios, como la exoneración en cargos de potencia y conexión por un lapso de tiempo.

Esta facilidad tendrá lugar siempre que el privado cumpla con determinados requisitos. Por ejemplo, que lleven adelante la instalación de cargadores rápidos en lugares de acceso público.

“La experiencia de usuario es algo que tenemos que cuidar en este proceso. Es importante que vaya a cualquier red de carga y que no tenga que descargar distintas apps. Esa interoperabilidad aporta a la usabilidad. Es un reto», sostiene la empresa.

A su vez, indican que la principal prioridad es el uso intensivo en el transporte de pasajeros, ya que “la mayoría de las personas van a cargar el vehículo en su hogar”. 

“En el uso intensivo se vuelve importante generar una red y confianza en ella”, sostiene Andrea Tutte, en el marco de un evento organizado por El País de Uruguay. 

Al respecto, cabe destacar que las unidades de taxis eléctricos se encuentran en ascenso a partir del programa Subite Pasajeros. 

Según la dependencia que lo impulsa, la Dirección Nacional de Energía (DNE), el aumento de unidades suma 2,5 vehículos semanalmente. 

La iniciativa otorga USD 5 mil a cada beneficiario para la adquisición de una unidad cero emisiones. Según lo contabilizado por el ente, ya existen más de cuatro marcas y más de nueve modelos en circulación a partir de esta medida. 

Sebastian Lattanzio, asesor de la DNE, explica que este tipo de programas persigue un objetivo cualitativo y de difusión de la tecnología. 

“Son de impulso. Ninguno va a lograr la sustitución total del parque vehicular, sino generar suficiente cantidad para que se produzcan los servicios y el conocimiento del público”, sostiene el funcionario.

Actualmente quedan 52 cupos para la obtención del beneficio.