La Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EEUU) celebraron la tercera reunión ministerial del Consejo de Comercio y Tecnología (CCT) en College Park (Maryland, EEUU). En el encuentro, ambas partes acordaron que prepararán una norma internacional común sobre sistemas de carga de megavatios para vehículos pesados, que se adoptará de aquí a 2024, con el objetivo de impulsar la adopción de los vehículos eléctricos. Asimismo, también tienen la intención de elaborar en 2023 recomendaciones para la infraestructura pública de recarga de la electromovilidad.
Con respecto a esto, las dos potencias hicieron balance de la labor del Grupo de Trabajo UE-Estados Unidos sobre la Ley de Reducción de la Inflación, en el que la UE reiteró su profunda preocupación por, entre otras cosas, las disposiciones discriminatorias y las subvenciones distorsionadoras de la Ley.
Así, el CCT tomó nota de los avances preliminares realizados. Como informaron desde a Comisión Europea, la UE “espera con interés que los Estados Unidos aborden sus preocupaciones de forma constructiva”.
En este contexto, el CCT es un foro “clave” para profundizar la cooperación transatlántica, y tiene por objetivo facilitar el comercio y desarrollar normas mundiales en materia de tecnología y seguridad. Los retos geoestratégicos, incluida la guerra de agresión no provocada de Rusia contra Ucrania, reforzaron la importancia de una estrecha coordinación en el marco del CCT.
La reunión estuvo copresidida por Margrethe Vestager (vicepresidenta ejecutiva de la Comisión) y Valdis Dombrovskis (vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea); y por el lado de Estados Unidos, por Antony Blinken (secretario de Estado de los Estados Unidos), Gina Raimondo (secretaria de Comercio de los Estados Unidos) y Katherine Tai (representante de Comercio de los Estados Unidos).
Asimismo, se trataron otros temas en el encuentro, como la construcción de cadenas resilientes de suministro de semiconductores. Y es que la agresión rusa contra Ucrania ejerció una presión considerable sobre las cadenas de suministro mundiales, lo que llevó a la UE y EEUU a firmar dos acuerdos: un mecanismo de alerta temprana para abordar y mitigar las perturbaciones de la cadena de suministro de semiconductores de forma cooperativa, y un compromiso con unos niveles sin precedentes de transparencia recíproca sobre las subvenciones a los semiconductores, con el fin de evitar una carrera de subvenciones.
La UE y los Estados Unidos acordaron también poner en marcha la Iniciativa Transatlántica sobre Comercio Sostenible. Esta iniciativa reforzará las labores del CCT, que se esfuerza por apoyar la transición hacia una economía hipocarbónica y por aumentar el comercio y la inversión de bienes y servicios ecológicos.
Ambas partes tienen la intención de explorar ámbitos de cooperación en los que haya la posibilidad de descarbonizar ambas industrias, que consumen mucha energía, y facilitar el despliegue de bienes y servicios esenciales para la transición hacia economías más circulares y con cero emisiones netas.
En otro orden, algunos de los principales resultados que dieron lugar de este encuentro tienen que ver con infraestructura digital y conectividad, cooperación en tecnologías emergentes, la promoción de valores, la mejora de la seguridad mediante el control de las exportaciones e inversiones, el crecimiento del comercio transatlántico y el fomento de talento para la transición digital.