Según señala Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), la creación de esta especie de “paraísos fiscales” se debe a que el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM) es mucho menor en estos lugares en comparación a las grandes urbes.
Por esta razón, según explica el presidente de la asociación, “para las empresas supone un importante ahorro”, especialmente aquellas enfocadas al servicio de renting.
Es que para poder tener esta rebaja de impuesto, las compañías solo necesitan un domicilio en el municipio.
Ese es el caso del municipio de Rozas de Puerto Real, el cual ha llamado la atención por haber matriculado más de 20 mil coches eléctricos en 2020.
Un dato que resalta si se tiene presente que su población para dicho año es de 555 habitantes, lo que significa que cada persona contaría con casi 37 coches, algo que no estaría ocurriendo realmente.
Sin embargo, este municipio no es el único considerado como el “paraíso fiscal” de los vehículos eléctricos en el país. La asociación realizó un informe donde señala la existencia de, por lo menos, 25 lugares como este.
Dicho análisis subraya la existencia de otros municipios donde la cantidad de coches eléctricos es mayor en comparación con la cantidad de habitantes.
Entre estos están Patones de Arriba (Madrid), Retascón (Zaragoza), Colmenar del Arroyo (Madrid), La Serratella (Castellón) y Rajadell (Barcelona), entre otras. En el caso del primero de estos, este municipio ubicado a 50 minutos de la capital no cuenta con ningún punto de recarga.
Qué es lo que piden Madrid, Barcelona y Valencia
Estas tres ciudades abrieron un importante debate al pedirle a la DGT que los ayuntamientos o las diputaciones realicen inspecciones para determinar si las sedes donde se matriculan los vehículos son reales o no.
Asimismo, en el caso de que no exista o no sea utilizada, lo que esperan es que se modifique la sede social en el registro y así las empresas paguen lo correspondiente a la zona en la que se encuentran.