Latam | Cargadores
martes 09 de febrero de 2021
Ubicación, uso y potencia: El debate sobre la elección de cargadores para vehículos eléctricos
Referentes en materia de movilidad eléctrica debatieron en el especial organizado por Portal Movilidad sobre los ejes a tener en cuenta a la hora de elegir los cargadores para desarrollar la infraestructura en sector público y residencial.
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Durante el Especial periodístico organizado por Portal Movilidad sobre «Infraestructura de carga de vehículos eléctricos en Latinoamérica y Caribe» expertos debatieron sobre los puntos claves a la hora de tomar la decisión de instalar un cargador.

En el primer panel «Estandarización de cargadores, redes eléctricas, interoperabilidad y tarifas» Francisco Cabeza, Business Developer Smart Charging Infrastructure at Engie Latam, resalta cinco ítems: Cuántos kilómetros se utiliza el vehículo eléctrico al día, cuál es la ventana de recarga, cuál es la tasa de aceptación del vehículo, el tamaño de la batería y la autonomía.

“Contemplando esos puntos se puede determinar cuál es el cargador ideal para el vehículo, ya sea para uso privado o público. Una flota de reparto puede cargar por la noche a 3.5 kw porque duerme 10 hs al día, al mismo tiempo un BRT carga a 300 kw en 4 hs porque la batería es de 564 kw/h”, explica.

Asimismo, indica que para infraestructura de carga pública hay que ver el sistema eléctrico, a qué voltaje y frecuencia trabaja, y promocionarlo para evitar costos adicionales en transformadores e infraestructura.

Por su parte, Jorge Ignacio Vélez, referente E-Mobility de Empresas Públicas de Medellín (EPM), asegura: “Hoy cargar un vehículo de 80 kw en una casa ya pone un reto con el tiempo. Debemos definir si le damos prioridad a la carga pública, dar señales en tarifa y en el desarrollo de la infraestructura o si debemos pensar en el incremento de potencia y capacidad en sector residencial y oficinas”.

En ese marco, se habla que cargar con mucha frecuencia en carga rápida puede afectar a la vida útil de las baterías.

“Todo esto debe definirse con las automotrices para que el desarrollo de la movilidad eléctrica vaya en proyección de mercado y que la inversión en cargadores atienda a las necesidades de los clientes”, menciona.

Respecto a la carga pública, Hugo di Tofino, representante de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera), comenta que por parte de las entidades se trabaja para acrecentar la red de infraestructura de corriente alterna con cargadores de 22 kw y en establecer un medio para que el usuario pueda ubicarlos y ver el estado y las características.

“En corriente continua avanzan las empresas privadas, pero teniendo en cuenta el escaso volumen de vehículos aptos para este tipo de carga, el alto costo de inversión y el retorno prácticamente nulo en esta época hacen difícil avanzar por allí. No creo que sea el momento”, refiere.

En ese mismo sentido, Nicolás Capello, director de Vulletic, destaca que ve con buenos ojos la instalación de cargadores de 22 kw.

“Teniendo en cuenta la ventana de uso de los autos eléctricos, la mayor parte del tiempo están parados. Es decir que cargarlo en dos o tres horas es más que recomendable, además brinda la posibilidad que otros agentes como estacionamientos, hoteles o centros comerciales se involucren ya que la inversión no es tan elevada”, afirma.

Quien se anima a abarcar otro segmento es Andres Barentin, vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS), poniendo en la mesa el caso de los electroterminales.

“Siempre vamos a encontrar situaciones fuera de la norma. Hay que pensar en casos excepcionales donde a lo mejor por su operación es conveniente el estándar GBT o Tesla incluso”, sostiene.

Mirá el especial completo:

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