Luego de que la nueva Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable entrase en vigor en junio, la Ciudad de México comenzó a contar con el sustento suficiente para llevar adelante su hoja de ruta de mitigación de emisiones contaminantes por parte del sector de transporte.
Así lo afirma Leticia Gutiérrez, directora general de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente de la capital mexicana, que agrega: “Las medidas costo efectivas identificadas con alto potencial de mitigación están relacionadas con impulsar un transporte más eficiente, limpio y seguro con tecnologías más modernas”.
Teniendo esto en mente, entre las metas que se establecieron en cuanto a movilidad destaca las siguientes:
- Llegar al 3% del reparto modal en viajes de bicicleta.
- Contar con 10 mil unidades nuevas de Ecobici para el sistema público de transporte de bicicletas.
- Constituir 16 biciestacionamientos masivos, 100 kilómetros nuevos de corredores exclusivo de transporte público, cuatro líneas nuevas de cablebús y 30 trenes nuevos del sistema de transporte colectivo.
- El incremento de 800 nuevas unidades de la flota de RCP.
- Seis líneas nuevas y 60 unidades nuevas de metrobús.
- La adquisición de 500 nuevas unidades de trolebuses.
- La electrificación del 10% de la flota de taxis.
La Ciudad de México cuenta con un número de emisiones anual de 21.1 millones de toneladas de dióxido de carbono, mientras que si se analiza a nivel metropolitano el número es mucho más alto. Más de la mitad de estas emisiones provienen del sector transportista, seguido del área de residuos y, en tercer lugar, de electricidad.
En consecuencia, se plantearon las medidas para paliar esta situación con el objetivo de “mejorar la calidad del aire, del agua, del suelo y ayudar a reducir impactos negativos en la contaminación y el deterioro de la salud de las personas que vivimos en la Ciudad de México”, amplía Gutiérrez, durante el webinar «Hacia la neutralidad de carbono desde la legislación climática a nivel subnacional», organizado por Polea AC.
A su vez, ahora con la Ley, cuyo artículo 7 transitorio plantea la neutralidad de carbono para 2050, “estos compromisos pueden ser sustentados a largo plazo”.
Al respecto, también aclara y cierra: “Con esta nueva ley armonizamos los tratamientos de la misma a los instrumentos internacionales. Por supuesto al Acuerdo de París, pero también a la Agenda 2030 y a la Ley General de Cambio Climático. Esto nos convierte en una de las leyes más actualizadas del país”.