En Latinoamérica, Chile, Uruguay y Costa Rica son los tres países más avanzados en la generación del hidrógeno que hasta incluso exportan a otros continentes.
No obstante, esto no se refleja en movilidad siendo uno de los segmentos con mayor potencial para su aplicación. Los otros campos están relacionados a los procesos industriales y vector energético.
En contacto con Portal Movilidad, Andreas Eisfelder, Head New Energy Business Latin America de Siemens Energy, analiza: “Esto se dio porque tienen un sustento regulatorio, iniciativas para la contribución económica de proyectos y subsidios”.
“En general, si hay generación competitiva de electricidad y una empresa con intenciones de descarbonizar, en cualquier país se puede cerrar la brecha porque la tecnología está lista”, afirma.
En ese sentido, hace hincapié en el rol del sector de las energías renovables para contribuir al transporte y alimentar toda la cadena de valor, ya sea con el uso del hidrógeno como combustible o la producción de efuels.
Asimismo, refiere que “el gran desafío es el esquema tributario” que permita una justa competencia con los combustibles fósiles.
Por lo que asegura: “América Latina es un mercado competitivo para el hidrógeno verde” y ejemplifica: “Si se sustituye todo el combustible utilizado para el sector minero en Chile, a la capacidad instalada de los electrolizadores, deberían sumarse 4 gigavatios”.
Sin pensar a la tecnología del hidrógeno como una competencia a los vehículos eléctricos a batería sino como un complemento que descarbonizaran diferentes segmentos, reafirma que el segmento que avanzará más rápido y en el corto plazo con celdas de combustible serán los camiones de distribución o largas pesadas de entre 7.5 hasta 20 toneladas.
Sin embargo, el ejecutivo de Siemens Energy sostiene: “La oferta del sector automotriz todavía es un cuello de botella, las empresas que quieren iniciar la transición y necesitan modelos de camiones pesados no encuentran soluciones acordes”.
“Ojalá que las terminales automotrices presentes en la región puedan ajustar la oferta a las demandas del segmento, deben apuntar a eso países como Argentina, México y Brasil”, expresa.
Y destaca: “Hacia 2030 alcanzaremos a masividad siempre que se mejore la oferta del parque vehicular y actualicen las regulaciones con foco en el cumplimiento de lo establecido en el Acuerdo de Paris”.
Siguiendo esa línea, entran en consideración los electrocombustibles como “un puente” para cubrir la demanda con la ventaja de adaptarse a la infraestructura ya existente.
“Las empresas utilizarán sus buses y camiones hasta que lleguen al fin de su vida útil por eso la importancia de aplicar los efuels lo antes posible, para cubrir el período hasta que se realice el recambio de la flota”, indica Eisfelder.
Ya en el largo plazo se aplicará el e-kerosene al container shipping y todo el transporte marítimo seguido del aéreo también con la posibilidad del hidrógeno líquido.