Perú | Buses
lunes 19 de abril de 2021
Privados demandan garantías para operar buses eléctricos en Perú
Las características del tránsito en Lima dificultan a las empresas a invertir en un transporte urbano cero emisiones. Piden mayor certidumbre y organización en el sector.
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La informalidad, la desorganización y los vaivenes políticos son algunos de los problemas que las empresas de vehículos eléctricos destacan a la hora de explicar la complejidad para incorporarse al negocio del transporte urbano en Lima. 

Tal es el caso de Cambio Soluciones que, pese tener entre sus filas buses urbanos para hacer andar por las calles, apunta su negocio de importados King Long a empresas mineras e industriales grandes y medianas, tanto en la capital como en las provincias. 

“Tenemos buses urbanos de todo tipo, desde 8 hasta 18 metros articulados, solo que ese nicho de transporte aquí en Perú es bastante complicado”, advierte Roberto Obradovich, director de la compañía, a Portal Movilidad

Y agrega: “Es difícil estructurar todo un financiamiento y un proyecto de buses eléctricos con mucha informalidad en la calle y con contratos de corto plazo de operación donde no hay muchas garantías. Por eso, nuestro nicho es el transporte de personal”. 

Con 25 mil buses, 11 millones de habitantes y solo una línea de metro en Lima, la ciudad cuenta con varios problemas de tránsito. Y para solucionar este panorama, es necesario contar con iniciativas gubernamentales. 

“No sería un tema difícil, las autoridades saben lo que se tiene que hacer para ordenar el transporte”, indica Obradovich.

Luego, explica: “Lo que pasa es que hace unos cinco años estamos pasando por un momento político complicado y estamos en el punto más álgido de una primera vuelta de elecciones presidenciales bastante complicadas. Mientras que esto no se ordene lo veo difícil”. 

Para el empresario, una clave para impulsar este tipo de transporte en las ciudades peruanas es “la promoción por parte de las autoridades”. 

“Lo que tendrían que hacer, al igual que hicieron con el gas natural, es declarar la movilidad eléctrica como interés nacional y conversar con las empresas privadas para diseñar una hoja de ruta de implementación gradual”.

A esto, se le suma una serie de incentivos económicos como, por ejemplo, una exoneración de impuesto a las ventas para todos los vehículos, repuestos y cargadores. De esta forma, se reduciría el precio al que accede el cliente al vehículo. 

Por último, Obradovich asegura que es necesario fomentar un esquema tarifario de venta de energía eléctrica más favorable y hecho a la medida para los vehículos eléctricos, en especial, en tarifas de energía y potencia que se cobran en los momentos donde no va a haber estrés en la red, es decir, después de las 23 y hasta las 6 horas.

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