El desarrollo de la micromovilidad es una realidad innegable. No obstante, su histórica función recreativa suele convertir la visión de estos vehículos en simples juguetes. 

Y, aunque parezca un dato menor, esta mirada puede tener efectos adversos en la seguridad de sus usuarios y de quienes los rodean.

“Es necesario que las personas entiendan que no están comprando un juguete sino un vehículo eléctrico”, destaca Jaime Cuellar, gerente comercial de la distribuidora Timco en Ecuador, la cual comercializa scooters Ninebot, entre otros productos. 

Para Cuellar esto es fundamental, dado que tomar los scooters como un juego puede acarrear una serie de problemas, en especial, relacionados a la seguridad vial. 

En consecuencia, advierte la necesidad de que los usuarios respeten las leyes de tránsito como cualquier otro vehículo, así como también acatar sus respectivos recorridos a través de ciclovías. 

Además, aconseja comprar un casco, guantes para evitar el frío, y, para lograr el pack completo, un chaleco reflectivo. 

Pese a lo mencionado anteriormente, debido a la pandemia, el concepto del scooter comenzó a cambiar. 

El contexto sanitario no solo repercutió en las ventas. Además de que las mismas se acrecentaron, la necesidad de movilizarse de forma individual y al aire libre le dio al producto la “seriedad” que le faltaba. 

Asimismo, aún queda mucho por hacer en este sentido y para Cuellar es responsabilidad de las autoridades y de los vendedores de scooters promover el comercio de estas unidades como vehículos. 

“Tiene que haber un trabajo de consciencia social. No se trata de dar multas sino de hacer entender que el scooter eléctrico es un vehículo que puede causar daño tanto a otras personas como a quien conduce”, afirma el gerente. 

Además, asegura que son necesarios incentivos a los usuarios, en vez de aumentos de impuestos, así como también se requiere un mayor número de ciclovías. 

En este sentido, la educación también debe estar dirigida a los conductores de autos y motos para que comprendan que los scooters son parte de las carreteras como cualquier otro vehículo. 

Desde la empresa, por su parte, también toman responsabilidad al respecto. Cuellar explica que no solo transmiten este mensaje a los vendedores, sino que también planean dar charlas en escuelas para promover el cambio de percepción de la micromovilidad.