Adrián Ortega, representante de la cooperación alemana GIZ, confirma a Portal Movilidad que el plan E-Cuenca busca en términos nominales dotar a la ciudad de 120 buses eléctricos y más de 1000 taxis cero emisiones.
La hoja de ruta, realizada en conjunto con la municipalidad, la Empresa Pública de Movilidad, Tránsito y Transporte de CUenca (EMOV) y la Dirección General de Movilidad, indica que para el 2030 el 30% de los buses deben ser eléctricos, así como también el mismo porcentaje en el transporte de pasajeros particulares.
Desde E-Cuenca han celebrado reuniones con las empresas que se encargan de las flotas de taxis y buses, acentuando los beneficios y la fuerte tendencia a nivel mundial del cambio de tecnología.
Cabe mencionar que desde la iniciativa TUMI (Tranformative Urban Mobility Initiative) se eligió a esta ciudad como una de las dos a nivel mundial para formular una estrategia de electromovilidad.
¿Qué tiene que suceder para que esto suceda?
Según el GIZ, el sector financiero debe desarrollar productos que permitan a los operadores apostar a esta tecnología.
Los costos de un bus eléctrico, se calcula en aproximadamente USD 300.000, mientras que para adquirir uno a diesel se calcula un costo de $120.000.
Desde cooperación alemana insisten en que, si bien el costo de adquisición es alto, estos se amortizan a lo largo de la operación debido a su bajo requerimiento monetario en el mantenimiento.
Cabe destacar que en la próxima semana Cuenca contará con nuevas autoridades y también tendrá la responsabilidad de implementar el plan ya aprobado.
La nueva autoridad será Cristian Zamora, quien en campaña incluyó como objetivo específico en su plataforma el “fomento a la movilidad sustentable” así como también propone la implementación de “transporte público con baja emisión de gases”.
A su vez, Cuenca espera aprobar la ordenanza de electromovilidad, la cual se espera que se apruebe durante el próximo año.
«Crear una regulación que garantice un incentivo para que los operadores de transporte público y comercial adquieran flota eléctrica antes del 2025”, estipula una de las metas del plan elaborado por más de 38 profesionales.
A su vez, se apunta a priorizar la utilización de modalidades como la bicicleta eléctrica, para lo cual es necesario que se apruebe la normativa que dote de marco a la utilización de las mismas.
La ordenanza también regirá sobre la utilización de los scooters.
Cabe recordar que en una etapa previa a la presentación de la hoja de ruta, se pusieron en funcionamiento 12 bicicletas eléctricas a modo de prueba piloto.
«El plan no apunta sólo a que todos los vehículos sean a batería, sino que lo que se busca es la movilidad sostenible”, indica Ortega en La Voz de Tomebamba.
En relación a la infraestructura de carga, el plan se propone alcanzar 10 puntos de recarga en la vía pública (al menos semi rápidos) para antes de 2025 y 25 para antes de 2028.
También se busca alcanzar ocho puntos de recarga para flotas de transporte público y comercial para antes de 2028.
Para implementar la tecnología eléctrica, el municipio probará un piloto de bus eléctrico de la marca BYD para medir su rendimiento y observar su funcionamiento.
Este plan para avanzar en la descarbonización del transporte también es compartido por otra de las grandes ciudades del país: Quito.
Este plan condensa iniciativas a cumplir hacia el 2042, entre las cuales se busca lograr que se incluya la movilidad eléctrica para los corredores de buses.
Si bien no establece cantidad de unidades, indica los plazos y costos que destinará la jurisdicción para dotar de ómnibus cero emisiones al sistema de transporte.
En el corto plazo (2023-2027), se prevé la inversión de $188.766.000; en el mediano (2027-2032), $707.872.500 y en el largo (2032-2042), $47.191.500 .