Desde 2016 cuando creó Vehículos Eléctricos RD, hasta la actualidad, Deyvi Javier ha visto un gran salto en el desarrollo de la movilidad eléctrica en República Dominicana. Sin embargo, esto, en su opinión, se potenciaría aún más si el Estado hiciese hincapié en desmotivar el avance de los vehículos tradicionales.
La empresa acompaña la evolución de la movilidad eléctrica en el país hace tiempo. En sus comienzos lo hizo como una revista digital, que brindaba información a la población acerca de la movilidad eléctrica; mientras que, en noviembre del 2020, empezó su market donde concesionarios, dealers e importadores publican sus vehículos y productos relacionados.
“Cuando empezamos había en el país cuatro vehículos eléctricos y uno de ellos era mío. Hasta hoy, ya andamos por los 1600 aproximadamente”, afirma Javier quien agrega: “Eso da una muestra clara de cómo la gente ha asimilado el tema y cómo han aumentado las importaciones. Pasamos de importar diez o quince vehículos eléctricos al año, a importar 200 o 300 unidades”.
Si bien los números son prometedores, los porcentajes de ventas podrían mejorarse aún más si el Estado desincentiva el uso de vehículos tradicionales o de combustión, como han hecho en otros países. Esto, para Javier, es fundamental y ejemplifica con lo sucedido en Colombia.
“Allí, como le pusieron impuesto cero a la importación de vehículos eléctricos, el Estado debía compensar ese déficit por alguna vía y lo hicieron aumentando los impuestos a las emisiones. No al vehículo como tal, sino a la cantidad de CO2 que emite”, ilustra el empresario que también forma parte de la Asociación de Movilidad Eléctrica Dominicana (Asomoedo).
En consecuencia, según Javier, esto promueve dos cosas: primero, la reducción de emisiones porque la gente se preocuparía por mantener al vehículo en buenas condiciones; y segundo, que, si ese mantenimiento es demasiado costoso, para los usuarios sería más sensato utilizar movilidad eléctrica.
Igualmente, hasta ahora, el Estado ha jugado un rol fundamental, gracias a la ley de incentivos que data desde el 2013. Sin embargo, esta no supo ser aprovechada hasta que los privados tomaron cartas en el asunto y dieron un impulso real a la electromovilidad en el país.
“Si bien estaba el incentivo, no había interés por parte de las personas. Fue el sector privado el que comenzó con las importaciones y empezó a alinear todo ese engranaje, para que la movilidad eléctrica fuese una realidad”, sostiene.
Por supuesto, en este auge, Vehículos Eléctricos RD se vio beneficiada y hoy cuenta con alrededor de 30 marcas, entre vehículos, patinetas y motos en su plataforma.
“Lo más variado que se vende son las motos y las scooters”, señala Javier a Portal Movilidad que se explaya: “El tamaño de venta es pequeño pero muy variado”.
En cuanto a los vehículos, el comportamiento cambia. En un inicio, la demanda mayor era de Nissan Leaf y Fiat 500, es decir, los más económicos. Luego, llegaron los chinos, que son aún más baratos (10 mil dólares); y después, creció la fiebre de los Tesla. “Actualmente en el país contamos con más de 150 Tesla, y más de 20 preordenados que ya vienen en camino”, cierra Javier.