Colombia es un referente a nivel latinoamericano en cuanto a impulso de la movilidad eléctrica con casos de éxito como Bogotá que al día de hoy cuenta con 483 buses cero emisiones en las calles y con 1485 adjudicados, además de otras experiencias en Medellín y Cali.
Con esas consideraciones, Ramón Antonio Toro Pulgarín, gerente general de Integra, sostiene: “Hay una política pública clara que se impone a los SITP como al transporte público tradicional, con las bases para que las próximas licitaciones se den con todas las condiciones para que domine la movilidad eléctrica. Están las condiciones dadas”.
Vale mencionar que la sociedad Integra S.A. fue conformada en el 2004 por las siete empresas de transporte urbano colectivo agremiadas a ASEMTUR y por los pequeños propietarios que decidieron formar parte de esta nueva persona jurídica, con el ánimo de participar en el nuevo Sistema de Transporte Masivo de Pereira para la posterior adjudicación de la operación en la cuenca Dosquebradas tanto para el sistema alimentador como troncal.
La organización actualmente hace cobertura integral del Sistema Megabús con 37 vehículos articulados y 42 alimentadores.
Esta concesión de recaudo y operación finaliza en 2023. Por lo que Toro Pulgarín sostiene: “Allí tendremos la oportunidad de renovación de flota que debe hacerse con la figura de movilidad eléctrica. Es el llamado a la administración local, de no hacerse sería condenar a los ciudadanos por un período muy largo”.
Se hace especial énfasis en ese próximo momento dado que hace dos años también se debieron sumar unidades y se optó por el combustible fósil.
“Como operadores nos estamos preparando para hacerle frente a los retos de las licitaciones venideras y hasta participamos de procesos de Transmilenio que no se nos dieron”, comenta.
Sin embargo, sostiene que debe seguir trabajándose el financiamiento para poder superar la barrera que significa la compra por los costos elevados del manejo de las baterías. Y para este punto plantea un abordaje integral con la participación de nuevos actores como los proveedores de energía.
“Que empresas de otros sectores apuesten por el financiamiento de las flotas se ve con muy buenos ojos dado que con las exigencias económicas que conlleva este proceso de transformación no se observan resultados a corto plazo”, asegura el gerente general de uno de los operadores de Pereira.
En tanto agrega que la distribución de los riesgos viabilizará las compras, en contraposición a los esquemas financieros de otros lugares donde se apeló a la “autosostenibilidad económica”.
Al respecto, explica: “La historia reciente de Colombia y del mundo comprobó que el Estado sí o sí tiene que aportar con subsidios, pero también hay un apetito de nuevos inversionistas y el esquema de separación de provisión de flota funciona”.
En esa línea remarca el caso de Transmilenio donde en los procesos licitatorios se separó la operación de la provisión de flota aunque se realizó en paralelo y adjudicó en los mismos plazos.