A fines de 2022 autoridades del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) viajaron a Washington para reunirse con el Departamento de Estado de los Estados Unidos y otras agencias.
El objetivo era acercar a los productores de vehículos eléctricos norteamericanos con los concesionarios de América Central con el fin de incorporar más unidades en la región.
En este sentido, Portal Movilidad dialoga con Dante Mossi, presidente ejecutivo del BCIE, para conocer cuáles fueron los resultados del encuentro y que iniciativas se llevarán adelante.
¿Por qué decidieron acudir al mercado estadounidense?
Centroamérica cuenta con un tratado de libre comercio con Estados Unidos, hecho que facilita la importación de vehículos eléctricos norteamericanos. En efecto, dialogamos con la embajada y le pedimos apoyo para analizar de qué manera podíamos acercar la demanda a nuestra región. Tuvimos colaboración desde el primer día y logramos llegar a varias agencias estadounidenses.
La reunión fue positiva…
El evento fue un éxito por dos motivos: En primer lugar, porque nos dieron un panorama amplio de la oferta en Estados Unidos. En segundo lugar, porque conseguimos llevar a varios clientes potenciales centroamericanos a conocer de primera mano el mercado que les ha sido negado y al cual no tenían acceso.
¿Cómo cuáles?
Agencias como Correos de Costa Rica -que busca adoptar una flota de distribución totalmente eléctrica-, Corporación Multi Inversiones (CMI), y asociaciones de taxis y de buses de distintos países de la región que están interesados en realizar la transición.
Indudablemente aumentará la oferta de modelos cero emisiones…
Si, incluso me llevé varias sorpresas. Estaban los carros de Tesla, pero también de otras marcas como Cenntro que posee una flota de unidades para realizar delivery, idóneos para el sector agrícola o agroindustrial. Me sorprendieron los costos, porque mientras que un Tesla cuesta 50 mil dólares, éstos oscilan los 11 y 15 mil. Además, participaron motocicletas y vehículos menores para dos pasajeros. Nos encontramos con varias empresas que están ansiosas en migrar hacia la electromovilidad.
¿El BCIE sumará unidades eléctricas a partir de esto?
Claro que sí. De hecho, compramos dos vehículos eléctricos que llegarán esta semana a Tegucigalpa. La idea es que los ciudadanos pueda probarlos porque, hoy por hoy, el único carro cero emisiones que las personas ven en la calle son los de Tesla que, obviamente, no son accesibles para todos. Es un segmento muy selecto que no generaba el impacto que buscamos.
También realizaron intercambios sobre infraestructura de carga…
Éste aún es un mercado incipiente aquí. Por eso, contar con electrolineras es uno de los retos. Conversamos con InterEnergy y Blink Charging que ya instalaron algunos conectores en la región. Incluso, a raíz de la reunión, Blink buscará desplegar una red por toda América Central.
¿Cuáles son los demás retos?
Recientemente Estados Unidos, Canadá y México acordaron unificar criterios en estándares de carga. Centroamérica da la bienvenida a esta medida que busca adoptar un esquema universal. Queremos generar un marco legal amigable y, de hecho, toda la región trabaja en ello. Se están homologando los estándares de adaptadores para poder asegurar que un vehículo eléctrico pueda viajar desde Panamá hasta Guatemala sin ningún problema.
¿Qué proyectos de movilidad eléctrica financiarán?
Actualmente contamos con financiamiento atado y no atado para este tema. Trabajamos muy de cerca con nuestros aliados en Europa, quienes optan por no atar sus fondos, es decir, cualquier nación puede ser elegible.
También están los provenientes del Fondo Verde del Clima. En el programa Corredor Seco -la zona más árida y pobre de Centroamérica- se financiarán inversiones que beneficien a las poblaciones y generen un impacto climático. Entonces, la electromovilidad es una opción dentro de este programa.