El auge de este servicio llevará a la marca a invertir cinco millones de pesos para ofrecer condiciones sanitarias que permitan a sus usuarios y conductores suprimir riesgos de contagio para llegar a oficinas y regresar a casa en las 400 rutas que tienen en la Ciudad de México y el estado de México, afirmó, Renato Picard, fundador de Urbvan.
La movilidad compartida se ha convertido en una alternativa ante la emergencia sanitaria “por ser más segura, sustentable y eficiente ante un escenario que nunca pensamos enfrentar”, agregó Picard.
Agregó que de acuerdo con un estudio sobre patrones de desplazamiento antes de la crisis sanitaria en empresas medianas ubicadas sobre avenida Reforma, en el que se encuestó a unas 200 personas, 73 por ciento de los encuestados utilizan algún tipo de transporte público para llegar a sus oficinas, mientras que 24 por ciento gastan poco más de 400 pesos a la semana para desplazarse y 43 por ciento de quienes viven en el Estado de México emplean hasta dos horas en movilizarse.
Cada vehículo realiza, en promedio, cuatro viajes al día, por lo que se considera clave tanto la aplicación de químicos con estándares de aprobación internacional, como el énfasis en los detalles al momento de desinfectar las unidades, añadió.
Estudios realizados por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud, así como publicaciones del Laboratorio Internacional de Calidad del Aire y la Salud y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen como alto factor de riesgo la falta de ventilación y el tiempo expuesto a personas que puedan estar contagiadas.
Indicó que la pandemia por la Covid-19 plantea nuevas formas de movilidad, ante ello la marca implementará medidas de desinfección avaladas por organizaciones a nivel local e internacional con dos tipos de desinfecciones rigurosas, que realizará un tercero con químicos biodegradables de sexta generación.
Esta limpieza ocurrirá una vez por semana con una pistola ionizadora, lo que permite que el producto se adhiera a la superficie con más fuerza, agregó a La Jornada
El desinfectante cuenta con el aval de la Agencia de Medicamentos y Alimentación del gobierno de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), responsable de la regulación de medicamentos, aparatos médicos, productos biológicos, derivados sanguíneos, entre otros. También por la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios en México (Cofepris).
Además, se empleará otro químico que aplicará el conductor (también conocido como anfitrión). Este producto se rociará en las áreas que tiene más contacto: las manijas, pasamanos, barandales, volante, y palanca.
Para garantizar la sana distancia pues la proximidad entre las personas es un factor de riesgo, decidieron colocar mamparas de acrílico con un grosor de seis milímetros para separar a los usuarios.
“Se trata de un diseño inexistente en el mercado y se analiza el vehículo demo con diferentes proveedores. Habrá una mampara entre cada asiento, lo que sugiere también un reto: hay personas más robustas, más altas que otras; el objetivo, en todos los casos, es garantizar que el viaje sea cómodo y salubre”.
Será obligatorio el uso de cubrebocas dentro de las unidades y no se permitirá el a bordo sin usarlo. Al momento del abordaje, las personas dispondrán de gel antibacterial y se medirá su temperatura corporal. El anfitrión no tendrá contacto alguno con los usuarios, y tampoco manejará efectivo.