Ante la sorpresa de los ciudadanos, don Felipe y doña Letizia montaron en una parada en el centro de la capital de España, para acudir a un acto oficial acompañados de otras autoridades.
“Buenos días”, saludó el rey al conductor tras acceder al vehículo, cien por cien eléctrico, por lo que no tuvieron que pagar billete al ser gratuito.
En el caso del jefe de Estado, que habitualmente se desplaza en coche o avión oficial, confesó que era la primera vez que subía a un autobús urbano, mientras que doña Letizia recordó que lo usó mucho cuando estudiaba en Madrid, primero para ir al instituto y posteriormente a la universidad.
Al final recorrido se bajaron los pasajeros pero los reyes prosiguieron viaje, ya sentados, hasta una sede de la empresa municipal de autobuses EMT donde inauguraron los actos del 75 aniversario de la compañía pública. En el viaje en el bus eléctrico les acompañaron el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la ministra española de Transportes, Raquel Sánchez.
“La gente, cuando entraba, se quedaba muy sorprendida de la presencia de los reyes, pero enseguida se han puesto a hablar con ellos y hacerse fotos”, relató a los periodistas Martínez-Almeida, quien ejerció también de fotógrafo.
Durante el trayecto el alcalde les informó de que la flota de autobuses municipales la componen más de 2.000 vehículos, aunque el rey le puntualizó: «Son 2.096, exactamente”.
La sorpresa del primer viaje del Rey
“Cuando van a un sitio, saben a donde van”, valoró Martínez-Almeida, quien agregó que Felipe VI se quedó “gratamente sorprendido” del servicio en su primera experiencia a bordo de un bus municipal. Al llegar a las cocheras, los reyes se despidieron del conductor, Borja Chantres, a quien agradecieron el servicio.
Chantres, que estaba al tanto de que iba a tener unos pasajeros especiales, corroboró la “sorpresa total” de las personas que subían al autobús.
“Ha sido muy divertido. La gente se quedaba primero callada, no se lo creía, y luego ya reaccionaban”, describió el conductor a Infobae.
En las cocheras se acercaron a ver autobuses históricos de la empresa en su museo expuestos para la ocasión, entre ellos un modelo de dos plantas de 1957, de la marca Leyland, al que los reyes subieron.
En el caso de Felipe VI, que mide casi dos metros, con cierta dificultad por el techo tan bajo, lo que llevó a la reina a sentarse sobre su pierna para poder ocupar el mismo asiento, como desveló el alcalde.
La foto de familia con los trabajadores de la empresa, que les ovacionaron y vitorearon, puso el broche a la visita.
La visita sucede a la que Felipe VI hizo a Metro de Madrid en 2018 por el centenario del suburbano, cuando recorrió un amplio tramo de una de sus líneas.