Según dispone la Estrategia Nacional de Electromovilidad vigente en Chile, a partir de 2035 el 100% de las nuevas incorporaciones de buses al sistema de transporte público del país deberán ser eléctricos.
En consonancia, esto implica que, las unidades que ingresen hasta el último día del 2034 pueden tener otro tipo de propulsión energética.
Si bien aún nos separa más de una década de ese momento y es difícil predecir cómo se comportará el mercado en aquel entonces en cuanto a oferta, precios, etcétera, lo que sí se debe ir trabajando desde ahora es el acondicionamiento de la infraestructura energética para poder soportar la carga de un parque completo de e-buses.
“Efectivamente, esto va a requerir trabajo en conjunto, entre las autoridades, suministradores, operadores, empresas de energía y otros”, admite Cristian Contreras, gerente de electromovilidad de Grupo Kaufmann.
Santiago es el sector geográfico que corre con ventaja al ya tener en circulación más de 700 buses eléctricos y encontrarse ahora frente a la incorporación paulatina de casi mil más en los próximos meses.
Pero, no hay que descuidar ni pasar por alto que -según datos del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones- la flota urbana de buses que componen el total de las regiones es de 10478 unidades que funcionan bajo el paraguas de 142 operadores.
“Regiones será todo un desafío por la naturaleza propiamente tal del transporte, cada ciudad requerirá una solución de acuerdo a sus propias características”, sostiene Cristian Contreras.
En cuanto a las necesidades energéticas que se van a afrontar, el gerente de electromovilidad de Grupo Kaufmann, comenta: “Chile tiene una estrategia nacional de descarbonización de la matriz energética, por lo tanto, las energías limpias deberían ser la principal fuente de alimentación de la matriz”.
Sobre esto, el gobierno anterior alcanzó un acuerdo voluntario con las empresas socias de la Asociación de Generadoras de Chile, AES Gener, Colbún, Enel y Engie, en cuanto a no iniciar nuevos desarrollos de proyectos a carbón que no cuenten con sistema de captura y almacenamiento de carbono u otras tecnologías equivalentes.
También se creó un Grupo de Trabajo coordinado por el Ministerio de Energía, para que analice los elementos tecnológicos, ambientales, sociales, económicos, de seguridad y de suficiencia de cada planta y del sistema eléctrico en su conjunto, entre otros, que permita establecer un cronograma y las condiciones para el cese programado y gradual de la operación de centrales a carbón que no cuenten con sistemas de captura y almacenamiento de carbono u otras tecnologías equivalentes.
Retomando, al momento tampoco existe un operador de transporte público con la totalidad de su flota eléctrica.