Las ventas de vehículos eléctricos (incluidos los híbridos enchufables) se duplicaron en 2021 a un récord de 6,6 millones a nivel global, y ahora se venden más cada semana que en todo 2012.
El número de estas unidades en las carreteras del mundo a finales de 2021 era de unos 16,5 millones, el triple que en 2018, según la Agencia Internacional de Energía (IEA).
En este contexto, la demanda de energía eléctrica para abastecer esta tecnología también ha ido en aumento, fenómeno que continuará. ¿Qué pasa con la red a nivel residencial? ¿Es capaz de soportar este reto?
“Los edificios de hoy, mirando hacia el futuro, tienen que estar preparados para lo que viene, es decir, una demanda cada vez mayor de suministro para carga de vehículos eléctricos”, afirma Damián Gentile, Specifier, Panel Builder & Contractor Manager en Schneider Electric.
Sin embargo, no se trata únicamente de cantidades, sino también de “calidad”, que la matriz sea cero emisiones y este último no sea solo una característica del propio vehículo.
Esto daría como resultado un ciclo 100% “limpio”.
“La ventaja es que la tendencia vinculada a la energía eléctrica proveniente de energía solar y eólica indica que se va a multiplicar por seis para 2040, pasando del actual 6% al 40% en los próximos 20 años”, adelanta Gentile durante la Cumbre de la Movilidad Eléctrica en Latinoamérica y el Caribe organizado por Portal Movilidad.
Y agrega: “Si mejoramos la matriz energética y el consumo general de energía eléctrica, vamos a lograr una sustentabilidad muy superior en términos ambientales”.
De hecho, en todos los países hay fuentes de energías renovables, cuyo potencial todavía no se ha aprovechado completamente.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (o IRENA, por sus siglas en inglés) calcula que el 90% de la electricidad mundial puede, y debe, tener su origen en las energías renovables para el año 2050.
Con esto en mente, el modelo de carga de vehículos eléctricos no puede permanecer estático, por el contrario, ya se proyecta un cambio en las estructuras vigentes.
“Muchos estudios demuestran que los modelos de carga se van a empezar a modificar, pasando del sistema actual, que es mayoritariamente de tránsito, a uno que será radicalmente diferente”, explica Damián Gentile.
¿A qué se refiere? El representante de Schneider Electric sostiene que el 95% de la carga se concentrará en el trabajo, el hogar o los centros comerciales, por ejemplo, mientras que un 5% estará “en tránsito”, principalmente en áreas suburbanas.
“Es algo lógico por los tiempos que demanda la recarga”, indica.
No obstante, aún los tiempos puntuales para este giro energético son inciertos y difíciles de predecir. Asimismo, para los expertos, ocurrirá pronto.
“Ya hay modelos que se están llevando adelante actualmente y también hay estándares. Se está desarrollando uno para la seguridad eléctrica en redes de prosumidores”, señala Gentile.
Luego, ejemplifica: “En Argentina, estamos trabajando en la adecuación de ese estándar para garantizar la seguridad de las instalaciones, que son especiales porque tienen doble inyección de energía. Nosotros entendemos que esto se viene acelerando radicalmente. Ya hay que estar preparados para lo que se viene”.
El día uno completo: