A los fines de contener la demanda en los puntos de carga públicos y “premiar” a aquellos hogares que adquieran cargadores residenciales, el Estado Uruguayo lanza un nuevo incentivo monetario.
La Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) hará una devolución de 4048 pesos a quienes adquieran estos equipos. Este monto equivale a 100 dólares aproximadamente.
Así lo confirma Fitzgerald Cantero Piali, director nacional de Energía de Uruguay, en conversación con Portal Movilidad en el marco de la Cumbre Electromovilidad en Latinoamérica.
“A mediados de noviembre podría estar a disposición del público”, indica el funcionario.
Además, precisa que será requisito el cumplimiento con certificaciones técnicas y de seguridad emitidas por UTE.
Desde la Dirección Nacional de Energía (DNE) se calcula que un cargador de este estilo puede costar entre 1.500 y 2.200 dólares.
En consecuencia, no descartan complementar el beneficio con algún otro elemento “para que sea más atractivo”.
Respecto a la red pública, la iniciativa estatal cobra protagonismo en el país oriental: actualmente existen 235 cargadores instalados por UTE. 40 de ellos son de carga rápida.
Vale mencionar que el ente aspira a finalizar el año con 300 puntos de carga distribuidos cada 50 km. Respecto a la carga rápida, el objetivo es que exista una parada cada 100 km.
“El desafío es seguir poniendo cargadores rápidos e ir sustituyendo aquellos que fueron los primeros en ser colocados”, señala Cantero.
Por otra parte, la iniciativa privada entra en escena en la colocación de cargadores en espacios públicos y privados de acceso público.
Hoteles y clubes deportivos son un ejemplo de la instalación de estos equipos que también aportan a la contención de la demanda hacia la red pública.
Para abonar a la inversión empresarial en este servicio, en diciembre el gobierno anunció incentivos para aquellos privados que quisieran instalar conectores de carga rápida.
Al respecto, desde la DNE indican que ya hubo inscriptos y sigue habiendo interesados.
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Entre estos beneficios se encuentra la exoneración de los cargos de potencia y conexión hasta el 28 de febrero de 2025.
Fideicomiso en marcha: el incentivo es para los buses eléctricos
En el marco de la electrificación del transporte público, la conformación de un fideicomiso para el financiamiento de la adquisición de buses eléctricos es un tema en agenda.
En las últimas semanas la Cámara de Diputados dotó de media sanción al proyecto de ley de rendición de cuentas.
En él, se encuentra contenida la creación de este fondo. De aprobarse por el senado, regirá a partir del 1ro de enero de 2024.
La tarea posterior a su aprobación será la reglamentación, donde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas tendrá un rol protagónico.
“Vamos a tener novedades el 2 de enero cuando lo empecemos a aplicar”, adelanta Cantero Piali.
En relación a los planes en lo que queda de la gestión actual, desde la DNE indican que el foco estará puesto en los usos intensivos.
Se trata de las aplicaciones de vehículos eléctricos que recorran más de 80 km por día: taxis, aplicaciones, remises y buses.
Respecto a estos últimos, aún sigue abierta la convocatoria del Subite Buses, para que las localidades interesadas presenten proyectos y pueden ser beneficiarios del apoyo económico que brinda el programa.
Según calculan desde la dependencia, de finiquitar con esta cohorte se sumarían a la flota nacional hasta 13 buses eléctricos más.
Otro incentivo para el sector privado: “Subite Prueba”
A los fines de estimular la adopción en flotas privadas, la DNE lanzó un incentivo para que firmas interesadas accedan a un vehículo eléctrico a través de un alquiler.
El beneficio consta en el pago de una parte de este arrendamiento por parte del Estado. Sumado a ello, la dirección colabora en la formulación de diagnósticos y análisis de rendimiento.
Con los datos recopilados se confeccionarán informes de balance y su comparación con la utilización de un vehículo a combustión para que la firma decida si adopta o no la tecnología.
Aquí el evento entero: