En la carrera por la descarbonización y a días de la realización de la COP 26, las diferentes partes han puesto sobre la mesa las fechas límites para prohibir la producción y venta de vehículos a combustión.
En este marco, Costa Rica ha apostado por un modelo diferente al del resto de los países, ya que plantea que son las empresas las que impondrán el fin de la comercialización de este tipo de motores.
“No creemos necesario poner una fecha de fin de fabricación y venta de coches de combustión, porque la fecha va a venir por sí sola”, expresa Alan Blanco, comisionado presidencial de movilidad eléctrica de Costa Rica, durante el evento “El debate camino la COP26”, organizado por Portal Movilidad y Climate Group.
Según el planteo del país latinoamericano, cuando los precios de los coches a gas y gasoil comiencen a bajar se equiparán con los eléctricos de manera que “por sí solos” marcarán el fin de este pase.
Asimismo, entienden que desde el Gobierno costarricense no tienen control sobre el comportamiento de las empresas automovilísticas dentro del país.
Esto se ve debido a que no son ellos quienes pueden pedir que se importen ciertos modelos de coches, de manera que son las compañías las que permitirán que el avance de la electromovilidad se vaya dando.
Debido a esta situación, Alan Blanco sostiene que el continente debe ponerse el desafío de traer las producciones de baterías y coches eléctricos a la esta región, para así poder tener más control y no llegar de manera tan tardía a esta transición.
Pese a esto, Costa Rica no está llegando tan por detrás a la meta, ya que sin fijar por ley el fin de los vehículos que generan emisiones, prevén que este suceso ocurrirá entre el 2026 y el 2030.
La estrategia de movilidad sostenible
Hoy es de los pocos países que cuenta con más del 99% de energía renovable, de manera que cobra total sentido que trabajen de manera constante en el pase a la electromovilidad.
“Tenemos un compromiso con la movilidad sostenible desde su producción, utilización y sabemos que a nivel mundial es la ruta que debemos seguir”, asegura el funcionario.
Es así, que en este proceso han dado un giro a las estrategias que comúnmente apuntan a la sostenibilidad en el transporte público o de carga, enfocados en el transporte privado.
“Esto se debe a que el 4% de las emisiones son automóviles, el 22% motocicletas y 16% los vehículos de carga liviana, por lo cual la mayoría de las emisiones son vehículos particulares”, explica el comisionado presidencial de movilidad eléctrica.
Al actuar sobre este aspecto, han desplegado sus esfuerzos en torno al desarrollo de una infraestructura nacional que permita tener al país cubierto con cargadores a una distancia no mayor de 80 km.
En este sentido relata cómo al no “tener poder sobre los modelos que envían los fabricantes, hemos generado una opción de tres diferentes tipos de cargadores para poder traer carros de versión americana, china y japonesa”.
De esta manera, hoy Costa Rica ya cuenta con más de 4.000 vehículos eléctricos que circulan por las calles y se cargan en esos diferentes tipos de cargadores.